Isco Alarcón será, sin lugar a dudas, una de las grandes 'gangas' de la próxima ventana de transferencias. Tras nueve años en el Real Madrid, el costasoleño acaba contrato y no renovará, por lo que accederá al mercado de agentes libres. De hecho, podría haberse comprometido ya con quien quisiera desde Año Nuevo, aunque no ha realizado movimientos definitivos. Bueno, sí, uno: se ha puesto en manos del superagente Jorge Mendes para optar a la mejor operación posible. Con 30 años recién cumplidos, ni siquiera tendría que ser el próximo el último gran contrato de su carrera, aunque lo cierto es que el mediapunta está de capa caída, hundido en el ostracismo la que le han condenado de blanco.
Hasta ahora en manos de su padre, Paco, para este tipo de asuntos, el ex de Valencia y Málaga aspira a mantener el caché que se ha ganado en Chamartín (unos trece millones de euros brutos, alrededor de 6,5 limpios), además de conseguir una jugosa prima de fichaje. Unos números que lo alejan de un Real Betis incluido desde la capital de España en la lista de pretendientes, circunstancia negada hasta públicamente por su vicepresidente, José Miguel López Catalán, tras filtrarse de manera interesada que existía una propuesta (5 kilos netos) por dos campañas, más una opcional, o hasta un acuerdo entre las partes. Medios como el diario 'As' y especialistas como Mateo Moretto descartan a los heliopolitanos por razones puramente monetarias, si bien cosas más difíciles (léase Bellerín) se han visto.
Sea como fuere, Isco pretende cerrar un círculo este viernes con el equipo verdiblanco en lo que sería su despedida del Santiago Bernabéu, que no del Real Madrid, pues quedará pendiente la final de la Champions League, que se disputa el próximo sábado 28 de mayo (21:00 horas) contra el Liverpool. Como quiera que ahí tiene más complicado participar y que la cita se jugará lejos de la Avenida de Concha Espina (en concreto, en el Stade de France de París), el duelo contra el Betis podría ser el de su adiós oficial. Hasta la fecha, fueron 352 compromisos (casi 19.700 minutos), en los que anotó 53 goles y brindó 56 asistencias. Este curso marcó dos dianas en 16 apariciones, con unos discretos 387 minutos.
Curiosamente, el de Arroyo de la Miel se estrenó de blanco un 18 de agosto de 2013 en casa frente al Betis. De hecho, fue el gran protagonista de aquel encuentro, saldado con un 2-1 para los merengues, fruto de una remontada al 'chicharro' de Jorge Molina por parte de Benzema y el propio Isco, que dio la asistencia al francés. Los de Chamartín habían pagado al Málaga 30 millones por el mediocampista, que llegó esa 13/14 a los once goles y los 9 pases decisivos en 53 partidos, con más de 3.100 minutos a sus espaldas.
Villa Gómez4 min lectura