"En los valores económicos en que se mueven esos jugadores, ahora mismo el Betis no puede entrar. Nos tenemos que olvidar, y nos tenéis que ayudar a olvidar ese tipo de nombres imposibles para la actualidad del Betis; estamos en otro camino totalmente diferente", argumentaba hace casi un año Antonio Cordón durante la presentación de Sabaly, primer fichaje para la 21/22. Se refería a los crecientes rumores sobre el interés verdiblanco en Diego Godín, a disgusto en el Cagliari, pero con una ficha de 2,5 millones de euros netos. También a Dani Ceballos, sempiterno repatriado, que también sigue en el Real Madrid. "Ha expresado en muchos medios su beticismo, y es de alabar. Ahora, estamos en una dimensión económica con la que no es alcanzable fichar un jugador de estas características, y menos pagar un traspaso, como quiere el Real Madrid", terciaba Haro.
El caso es que ninguno de los dos mentía, pero, como bien explicó ese día el director general deportivo, en Heliópolis buscaban y buscan "buenos profesionales, que vengan a aportar y tengan hambre. Lo del bajo o mucho coste lo dicta al final el rendimiento. Que cuesten o no, no es importante". Hasta la fecha, su única inversión, excepción hecha de los bonus por rendimiento prometidos al Brighton para que liberara a Montoya, fue por Pezzella, abonado 3,5 millones a la Fiorentina. El próximo verano llegarán movimientos más cuantiosos, tanto por el ensanche en el tope salarial que producirán las renovaciones y salidas como por los réditos que dejarán la conquista de la Copa del Rey, la nueva presencia en Europa (que será mayor si cae el 'gordo' de la Champions) y la Supercopa de España, así como la parte que le corresponde de las ventas de Junior Firpo y Emerson Royal, más los títulos de Feddal con el Sporting y la permanencia de Brasanac con Osasuna.
De momento, el Betis deberá ejecutar la opción de compra por Willian José, en realidad una obligación camuflada para no incluir esa operación en el balance económico de la 21/22. Serán 8,5 kilos, pero en tres cómodos plazos. Se habla también de 9 fijos y 2,6 en variables, por supuesto no todo de golpe (nadie, ni los grandes, pagan con esa soltura; algunos, ni pagan), por Luiz Henrique, actualmente en el Fluminense. Pero no es ninguna novedad que el club hispalense haga esfuerzos en este sentido. Lo hará para convencer a Luiz Felipe, con propuestas jugosas para quedarse en la Lazio o mudarse a otros destinos en la Serie A o LaLiga. Y sigue en el plantel verdiblanco Héctor Bellerín, con un sueldo inabordable en el Arsenal (más de 6 millones de euros netos), pero que puso mucho de su parte, como los 'gunners' y la institución de La Palmera, para obrar un acuerdo.
Por esa misma razón, las posibles incorporaciones de Isco o Ceballos no son utópicas, por mucho que el malagueño cobre en el Real Madrid el doble que el utrerano. Los salarios del ex del Valencia y el lateral derecho de Badalona son calcados. Por tanto, queriendo todos, se pueden encajar en la llamada realidad monetaria del Betis. Como Bellerín, Francisco Alarcón tendría un aliciente para elegir el Benito Villamarín antes que otros clubes con mayor potencial en los planos deportivo y económico. Si el padre del catalán le inoculó de pequeño el 'veneno' de vestir la camiseta con el escudo de las trece barras, en La Palmera está Manuel Pellegrini, que lo disparó al estrellato en el Málaga, facilitando su salto al conjunto merengue.
Por Isco no habría que pagar traspaso, pues termina contrato el próximo 30 de junio, pero tiene muchísimas más 'novias', pese a su ostracismo, que Ceballos. Además de cobrar dos veces más (lo que dificultaría el recorte necesario para poder vestir de verdiblanco), la gestión de su fichaje exigiría una prima alta. El contacto con su padre y agente por parte de ESTADIO no ha generado ni confirmaciones ni desmentidos, porque Paco Alarcón declinó con una amabilidad exquisita hacer comentarios sobre rumores o publicaciones en prensa. Hace algún tiempo, sí admitió que al mediapunta le gustaría "probar suerte en el extranjero", algo a lo que siempre se negó, al contrario que su 'alma melliza' utrerana, que emigró en cuanto comprobó que el cariño y los miles de minutos de las primeras temporadas se convertían en olvido.
Una doble cesión, con mucho tiempo de juego, al Arsenal diferencia a Daniel de Francisco, que han tenido carreras similares, aunque con años de diferencia, en el Real Madrid. Ambos están lejos de su mejor cotización (45, en 2019, en el caso del dorsal 19; 90, unos meses antes, en el del '22'). Cordón, Pellegrini, Haro, Catalán y Martínez Feria, la comisión deportiva del club bético, deberán decidirse en los próximos meses entre traer a uno, al otro, a los dos o a ninguno. Una posible gran venta y la presencia en Champions ayudarían para acceder a cachés tan altos (las caras de los dirigentes y del propio argentino con el "Guido, quédate" resonando el domingo por la noche en el Villamarín fueron muy sospechosas). A favor de Ceballos, su beticismo, que propició una confesión compartida entre presidente y director deportivo al cerrarse la ventana estival de transferencias: "Su camino y el del Betis volverán a encontrarse más pronto que tarde". No pudo ser enero, pero ahora parece que los astros se alinearán.