El Betis se queda sin margen de maniobra con Guido Rodríguez

Manuel Pellegrini dio descanso al pivote argentino ante el Elche para que llegue a tope a la final de la Copa del Rey de este sábado

El Betis se queda sin margen de maniobra con Guido Rodríguez
- Villa Gómez
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Era el día para las rotaciones. Resultaba del todo imposible que el once de gala, que ya existe (después de una primera mitad de temporada con rotaciones drásticas para hacer frente a tres competiciones, con partidos exigentes cada 3-4 días), afrontase tres duelos en ocho días, máxime cuando el primero y el último suponían, nada más y nada menos, que la discusión de la quinta plaza en la clasificación de LaLiga y la aspiración a la Champions League, y un título oficial, con acceso directo también a la Europa League, respectivamente. Por eso mismo, el de enmedio, este martes en casa frente al Elche, era propicio para repartir cargas de trabajo.

De todas formas, Manuel Pellegrini respetó demarcaciones cruciales, como el eje de la defensa, donde está dando continuidad a la pareja formada por Bartra y Pezzella, así como la línea de tres mediapuntas, donde repitieron Canales, Fekir y Juanmi. Hubo relevos en la portería, los laterales, el doble pivote y la punta de lanza, algunos con connotaciones especiales. Es el caso de Guido Rodríguez, que acumulaba siete encuentros completos de forma consecutiva (uno de ellos, el de Frankfurt, con prórroga incluida) sin descansar, volviendo del parón de selecciones para seguir actuando de inicio, pese a que había contado con minutos en su selección, más el cansancio de los viajes, el 'jet lag'...

No era lo habitual. Es cierto que el pivote apenas se ha perdido encuentros esta campaña. Dejando a un lado su expulsión en el derbi liguero de la primera vuelta, una exclusión por acumulación de amonestaciones y unas molestias puntuales, apenas había tenido resuello el italo-argentino, exceptuando algún choque de las primeras rondas de la Copa del Rey. Era, generalmente, la excepción al regreso de las convocatorias internaciones, si bien el 'Ingeniero' los excluyó del importantísimo choque del torneo del K.O. en Anoeta de cuartos, a pesar de los esfuerzos del Betis, la AFA y los propios convocados (Pezzella y él) para regresar en un vuelo chárter a tiempo de haber integrado la convocatoria. El contundente 0-4 aquella noche apagó cualquier atisbo de riesgo en la decisión del chileno.

Con todo, sí sorprendió en cierta forma que Guido no jugara ni un minuto ante el Elche, ni siquiera saliendo desde el banquillo. Es cierto que, hasta su desafortunada 'coz' del alargue, Paul estaba cuajando una notable actuación en su sitio, pero, como bien saben los lectores de ESTADIO Deportivo, con el internacional albiceleste concurren otras cuestiones de índole burocrático, aparte de su valía deportiva, que recomiendan su participación de aquí al final de esta temporada. De hecho, el Betis se ha quedado ya sin margen de maniobra en este aspecto para su plan de contar con la mayor parte del pase del cotizado futbolista en la próxima ventana de transferencias.

Y es que Rodríguez suma 94 presencias con la camiseta del escudo de las trece barras, a falta de seis para redondear esa casilla y 'obligar' a la entidad heliopolitana a adquirir un 10% más de sus derechos a Club América, que se quedó en enero de 2020 con un 30% del total, vendiendo el otro 70% a los hispalenses por un fijo de tres millones de euros y unas variables idénticas por rendimiento. Ahora, su valoración en el mercado se ha disparado, aparte de que entonces se encontraba en su último semestre de contrato, lo que forzó a los mexicanos a rebajar sus pretensiones. Igualmente, los paquetes extra se fijaron al precio de esa fecha, no al que valdría ahora.

Cuando llegó al partido 75º como bético, el actual dueño de sus derechos federativos compró una décima parte más de su pase, alcanzado el 80%, mientras que la idea es llegar al 90% en previsión de propuestas de gran calado el verano que viene. Para ello, Guido no puede perderse la final de Copa ni las cinco jornadas que restan de LaLiga, alcanzando entonces el centenar de encuentros oficiales y dando al Betis un asidero más fuerte aún en la sarten para manejar las esperadas ofertas fuera de mercado por su centrocampista, al que, paralelamente, está intentando blindar, con más años de contrato (acaba en 2024 ahora) y una subida de su cláusula de rescisión (actualmente, de 80 millones).