Los cuatro han triunfado y la mayoría sigue triunfando en el Betis. Todos pasaron por la Real Sociedad, tres de ellos justo antes de enfundarse la camiseta verdiblanca. Y, por diferentes motivos, no serán recibidos este Viernes Santo con demasiado cariño en Anoeta. En buena medida, porque no han tenido piedad con los donostiarras esta temporada, endosándoles un póquer de goles en las dos veces en que se han enfrentado en partido oficial. 'Picados', estimulados o como se quiera decir, el caso es que están siendo profesionales, lo que no quita que apostaran siempre, especialmente en tierras vascas, por celebraciones comedidas por respeto a la grada.
Primero, en LaLiga, con un 4-0 en el Benito Villamarín con activa participación de dos ex 'txuri-urdin': Willian José aprovechó la pésima salida de Remiro para que Álex Moreno abriese el marcador y asistió a Fekir en el tercero, mientras que Juanmi, en plena vena anotadora, había abierto brecha antes. En febrero pasado, con ocasión de los cuartos de la Copa del Rey, ni siquiera actuar de local a partido único favoreció a los de Imanol Alguacil, frenados por un paradón de Rui Silva a Isak y por la contundencia realizadora de los verdiblancos: doblete de Juan Miguel y sentencia desde los once metros de Willian José.
Refieren los compañeros de la edición guipuzcoana de 'Mundo Deportivo' que Bravo sí llegó a ser un ídolo en Donostia, llevando al equipo de Segunda división a la Champions League, pero que su imagen quedó manchada al reclamar a la Real el 10% del traspaso al Barcelona (1,3 millones de euros), pese a haber aceptado el club albiazul rebajar su cláusula de 30 para ayudarle. De Canales señalan cierto desagradecimiento, pues no renovó tras jugar tres meses a enorme nivel, "los únicos buenos de verdad en cuatro años y medio" allí. Encima, aparte de su absoluto despertar como bético (32 goles en 157 partidos, por 13 en 161 como donostiarra), ha celebrado cinco tantos en diez enfrentamientos contra ellos desde que obró el cambio de aires.
Las críticas a los delanteros son mucho más subjetivas y difíciles de demostrar. "Willian José es cedido de una Real en la que se negó a jugar un partido ante el Espanyol en enero de 2020 como medida de presión para irse al Tottenham. Juanmi, que se está hartando a marcar en Heliópolis, nunca aceptó no ser un indiscutible en Anoeta y pidió marcharse desde su primera temporada", cuenta el rotativo vasco. En realidad, hasta esta campaña no se puede considerar medio amortizada la inversión realizada por el malagueño (8 millones fijos y dos en objetivos fue un muy buen traspaso), al tiempo que el brasileño ha llegado mediante un préstamo con opción de compra que, en realidad, era una obligación con la boca pequeña (exigía muy poco para volverse así). Y el Betis lo comprará en verano por 3-4 campañas más, pagando 8,5 kilos en tres cómodos plazos durante dos años.