Antonio Cordón está trabajando a destajo, más con las ventanas de transferencias cerradas que cuando están abiertas casi, para confeccionar una plantilla de garantías para el próximo ejercicio. Partiendo de la base de asegurar la columna vertebral de la 21/22 (ampliaciones de contrato del propio entrenador, Manuel Pellegrini, así como de
Álex Moreno, Canales, Fekir, Rodri y Borja Iglesias, más las inminentes de
Edgar y los veteranos
Bravo y Guardado), el director general deportivo del
Real Betis ha cerrado ya los aterrizajes a coste cero del central de la Lazio
Luiz Felipe y del mediocentro ofensivo del Cádiz
Álex Fernández, mientras que tiene un acuerdo con el
Fluminense y el propio interesado para la adquisición (por un
fijo de 9 millones de euros, en tres cómodos plazos,
y 4 en bonus) del extremo
Luiz Henrique.
No cesará ahí el refresco de un plantel en el que acaban contrato el cancerbero
Joel, el centrocampista defensivo
Camarasa y el atacante
Tello, mientras que
Bellerín volverá al Arsenal. Con la renovación de
Joaquín en su tejado, siempre con un rol secundario, el alto ejecutivo extremeño y el equipo que comanda peinan el mercado en busca de defensas, medios y delanteros, tanto para cubrir posibles bajas
inesperadas (no se descarta alguna vía cláusula u oferta fuera de mercado) como para tomar decisiones sobre la marcha en caso de no lograr (o no interesar, finalmente) la permanencia más allá de 2023 de hombres como
Bartra (su situación familiar podría propiciar un cambio de aires de regreso a Barcelona),
William Carvalho o Víctor Ruiz, pues la del próximo verano sería la última ocasión de obtener réditos por sus salidas (desde enero próximo podrán comprometerse gratis con quien deseen).
Especialmente en el aire está la configuración del eje de la retaguardia, donde tienen
plaza segura Pezzella, Edgar y Luiz Felipe. Dependiendo de lo que ocurra con los otros dos componentes actuales del equipo en esa demarcación se acometerá o no el apuntalamiento de un puesto que demanda
velocidad, contundencia y juego aéreo para complementar a los que se quedan. Algunas de esas virtudes, las dos últimas, recaen en un canterano del
Milan que podría cambiar de aires en la 22/23, perteneciendo todavía al club rojinegro (de hecho, tiene contrato allí
hasta 2026, ya que acaba de ampliarlo). Se trata del emergente
Matteo Gabbia.
A sus
22 años y con una planta imponente (
1,85), el de Busto Arsizio es un central diestro que ha sido internacional con la 'azzurra' en todas las
categorías inferiores desde edad cadete. No tiene problemas para ejercer de pivote (a lo Edgar), porque tiene movilidad, más cintura de lo que podría parecer y criterio en la distribución. El Milan, dado que no tendrá todos los minutos necesarios para su explosión (
Tomori, Botman, Kalulu, Kjaer y posiblemente un quinto con proyección que llegue del mercado, según el especialista
Daniele Longo, estarán por delante), habría decidido cederlo, en principio sin opción de compra, a un club de
Serie A donde pueda foguearse, pero el Betis, entre otros equipos de
LaLiga, siguen la pista de Gabbia para proponerle otras alternativas llegado el caso. Un perfil joven e interesante que se encuentra en el radar de Cordón, según ha podido constatar ESTADIO Deportivo.