Más de 750 efectivos, de ellos casi 350 de
Policía Nacional, conforman el dispositivo de seguridad para el partido de octavos de Liga Europa entre el Betis y el
Eintracht de Fráncfort de este miércoles en el Benito Villamarín, declarado de alto riesgo por la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte.
Este dispositivo se ha cerrado este martes en la
subdelegación del Gobierno en Sevilla en una reunión técnica con representantes del Betis, Policía Nacional, Local y Adscrita a la Junta de Andalucía, y 061, que velarán por la seguridad del partido junto a la seguridad privada del club, Bomberos y Protección Civil.
El subdelegado del Gobierno en Sevilla,
Carlos Toscano, ha destacado “el gran trabajo de coordinación” de los agentes en el “análisis de la información y el control operativo que ejerce la policía para evitar situaciones de violencia entre aficionados radicales".
Desde la noche de este martes hasta las 15:00 horas del miércoles se activa una fase precrítica que presta especial atención a la presencia de grupos de seguidores de riesgo de los grupos ultra de ambos equipos y que dará paso a una segunda crítica en el mismo día del partido.
También se dispondrá un servicio de protección en los hoteles de ambos equipos y del trío arbitral, que velará por la seguridad en los acompañamientos de los autobuses hasta su llegada al estadio..
La fase crítica velará por la seguridad durante el desarrollo del encuentro en el interior y exterior del estadio y se extiende a los tiempos posteriores al partido con el control en el perímetro del terreno de juego para el desalojo del recinto deportivo, la protección de los equipos y el equipo arbitral; y el total desalojo del
Villamarín.
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