El
Real Betis se clasificó este jueves para los
octavos de final de la Europa League, tras firmar un empate (0-0) no apto para cardíacos ante el
Zenit, que se alió con el
poste en un par de ocasiones en la reanudación, pero que vio cómo
le anulaban dos tantos, uno a Yuri Alberto por
fuera de juego previo y otro, ya en pleno alargue, a
Chistyakov, que habría supuesto la
prórroga, por una falta anterior de
Erokhin. Las acometidas rusas se encontraron con
la fortuna, el acierto y el sacrificio de una escuadra heliopolitana que, a falta de
brillantez, se puso el
mono de trabajo para avanzar de ronda.
No se obsesionó de salida el anfitrión con llevar la
iniciativa, por la que porfiaba con una
intensa presión alta el conjunto ruso, que era el que debía
arriesgar para
remontar la eliminatoria. Además, la amplitud del
catálogo de virtudes que ha confeccionado el 'Ingeniero' permitía mantener la
confianza en poder imponerse por otros medios, como, por ejemplo, mediante
transiciones rápidas. Con todo, las sensaciones no empezaron siendo las mejores, hasta el punto de que
Guido evitaba que
Dzyuba empalmara desde muy cerca en una acción
embarullada, con varios rechaces, tras una fase inaugural con demasiadas
imprecisiones.
Recuperaron cierto
mando en plaza los heliopolitanos cumplido el cuarto de hora, si bien parecían algo más
acertados en los
cruces los hombres de
Semak. Y es que duraba poco el balón a los hispalenses, obligados a jugar más de lo deseado
en largo, pese a lo cual
Willian José estuvo cerca de aprovechar el servicio al área de
Ruibal. Andaban atentos los verdiblancos a las
contras azulinas, ya que un gol en contra igualaría esta Ronda Intermedia,
precauciones que propiciaron cierto tedio a la media hora. No está acostumbrado el Betis a
correr tanto tiempo detrás del esférico, pero tocaba contener y esperar la oportunidad.
Mientras tanto,
Aitor despejaba bajo palos un centro de
Krugovoy que merodeó por la 'zona comanche' para dejar claro que quedaba mucho por recorrer antes de verse mañana en el bombo. Al menos, los de Pellegrini
se serenaron en el ocaso del primer tiempo, aumentando la frecuencia de la
circulación y apoyándose en
Canales y Fekir para no sólo tener la pelota, sino asustar
tímidamente a balón parado. No ocurriría nada más reseñable antes del intermedio, al que se arribó con unas perspectivas más
halagüeñas que no se reprodujeron en la reanudación, iniciada con un
susto de los de verdad: gran combinación entre líneas del Zenit que terminó con
Yuri Alberto fusilando a
Rui Silva, aunque su asistente,
Sutormin, había recibido en posición ilegal.
El
aviso a navengantes surtió el mejor efecto posible, porque el Betis
despertó enseguida, acariciando el 1-0. Primero, tras forzar
Canales un córner que botaría
Fekir para que
Pezzella peinara y
Guido, con el hombro, rematara contra el poste; luego,
Ruibal probaría desde lejos al joven
Odoevski, lo mismo que intentaría el campeón del mundo. Suficiente para que la grada se volcara para llevar en
volandas a su equipo. Volvía a ser
reconocible la escuadra de Pellegrini,
intensa y protagónica tanto en sus acometidas como en la presión tras pérdida. Y volviron a rozar el tanto los heliopolitanos en acción de estrategia: saque de esquina que pone en juego Nabil,
Willian José cabecea en el vértice más cercano y Aitor, aunque en fuera de juego, la tocaría en el segundo palo para que
entre Krugovoy y el palo evitaran que el marcador rompiese la igualdad inicial.
Sutormin volvió a asustar con una penetración a la espalda de
Álex Moreno que terminó en un servicio que se paseó por el área pequeña para que
Sergeev arrollara a
Rui Silva. Quedaba cada vez menos tiempo y cualquier error se antojaba definitivo. En el 73,
Malcom estrelló contra la
barrera una peligrosísima falta desde la frontal, aunque el paso al frente de los pupilos de Semak era una evidencia digna de atención. Aunque no valía, el portero portugués
se lució en un cabezazo del recién ingresado delantero visitante, momento en el que el 'Ingeniero' constató que el
cansancio empezaba a hacer mella en los suyos.
Joaquín y Borja Iglesias saldrían para dar un respiro.
El final no pudo ser más
trepidante, ya que
Edgar evitó milagrosamente que un cabezazo a quemarropa de
Malcom ganase la red, aunque nadie pudo parar al filo del tiempo reglamentario a
Chistyakov, libre de marca para forzar la
prórroga también con la testa, aunque el
VAR avisó a Halil Umut Meler de que había habido un
pisotón previo de
Erokhin a Guido que, a la postre, permitió la milagrosa
anulación. Incluso, el 'agresor' la tuvo en el último instante con un cabezazo a la salida de un córner concedido absurdamente por
Bellerín, pero la fortuna estaba este jueves del lado bético, por lo que los octavos de final son una realidad.
FICHA TÉCNICA.-
Real Betis: Rui Silva; Bellerín, Pezzella, Edgar, Álex Moreno; Guido Rodríguez, Guardado (Tello 90'); Canales (William Carvalho 71'), Fekir (Joaquín 83'), Aitor Ruibal; y Willian José (Borja Iglesias 83').
FC Zenit: Odoevski; Wilmar Barrios, Chistyakov, Douglas Santos; Sutormin (Mostovoy 86'), Wendel, Claudinho, Krugovoy; Malcom, Yuri Alberto (Erokhin 84') y Dzyuba (Sergeev 64').
Árbitro: Halil Umut Meler (turco). Amarilla al local Guido Rodríguez, así como a los visitantes Krugovoy, Wilmar Barrios y Erokhin.
Incidencias: Encuentro de vuelta de la Fase Intermedia (equivalente a dieciseisavos de final) de la Europa League, disputado en el Estadio Benito Villamarín de Sevilla, que podía cubrir un máximo del 85% de su aforo, ante 44.236 espectadores, con unos 200 hinchas rusos presentes.