Luis
Medina Cantalejo, presidente del
Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la RFEF,
ha dicho basta. No ha llegado a nombrar a nadie, pero sí
ha criticado con dureza las amenazas que ha recibido él y, lo que considera aún más inaceptable, a su familia. "En 40 años de arbitraje, ha sido
lo más sucio y cobarde que he vivido. Se ha traspasado la línea más sagrada, mi familia", contestó en rueda de prensa a las noticias -desmentidas por algunos sectores- que apuntaban a que había necesitado la intervención de la policía ante los ataques a su intimidad.
"Ha habido personas desde dentro que han echado más gasolina. La policía ha tenido que estar dos días dando vueltas a mi casa. Esperarían que quemaran a mis hijos, que les pegaran... No sé", se quejó en una rueda de prensa en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (Madrid), sede de la RFEF, en la que
cargó contra los clubes por encender a sus hinchadas: "No creo que utilizar las redes sociales para criticar de manera interesada a los árbitros sea lo adecuado después de un partido. Las puertas del CTA están abiertas para afrontar las cosas cara a cara", añadió sobre comunicados recientes de clubes como
Betis, Valencia o Cádiz CF, que remitió un comunicado titulado 'Luis (Rubiales), arregla lo del VAR". "Me recuerda al pasado cuando nos llamaban borrachos o sinvergüenzas o entraban presidentes al vestuario", remarcó.
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En este sentido, después de ser señalado en redes sociales por aficionados del
Real Betis descontentos con los árbitrajes por tratarse de un reconocido aficionado del
Sevilla FC -club para el que llegó a trabajar-, defendió la total imparcialidad de su cargo. Tampoco los nervionenses están contentos con las últimas actuaciones de los colegiados, sin ir más lejos, con la expulsión de
Jules Koundé el pasado domingo ante el RCD Espanyol. Toda esta tensión se suma a la que generó el derbi hispalense de los
octavos de final de la Copa del Rey, con la
agresión a Joan Jordán por parte de un hincha de la grada de Gol Sur del Benito Villamarín, la suspensión de un choque reanudado al día siguiente a puerta cerrada y las
acusaciones cruzadas entre representantes de ambos clubes.
Como ciudadano sevillano, como aficionado al deporte sano y como máximo responsable del estamento arbitral, Medina Cantalejo reclamó educación y mesura a las aficiones de Sevilla FC y Real Betis de cara al derbi liguero del próximo domingo en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán:
"Pido que en el derbi sevillano reine la cordura".
"No sabemos qué harán los ultras pero para eso están las fuerzas públicas", señaló, mostrando confianza en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en un encuentro que ha sido declarado de alto riesgo.
"El árbitro detiene el partido ante lanzamientos sin impactar en nadie y se avisa por megafonía. Si continúan los incidentes leves o incluso algún objeto ha impactado, el arbitro manda a los
equipos al vestuario para evitar actuaciones. Se avisa otra vez por megafonía de la posible suspensión y ya el tercer paso, que puede ser el primero, si todo continúa igual o el lanzamiento de objeto pasa a mayores con objetos contundentes, sería suspender el partido", explicó sobre el
protocolo de actuación en sucesos como la agresión a Jordán en el derbi copero.
"¿Si hemos mejorado respecto la etapa anterior? Eso lo tenéis que decir vosotros. Lo que te puedo decir es que los criterios se están cumpliendo", contestó al ser preguntado por esos criterios cambiantes en función del partido y del equipo implicado de los que se quejan de manera casi unánime todos los clubes de LaLiga. En cualquier caso, remarcó que ningún error arbitral puede justificar casos de acoso y remarcó que, si se sigue por este camino, llegará el día en el que habrá que lamentar sucesos muy graves:
"Esto es como una curva. Podemos estar 20 años diciendo que una curva de la carretera está en mal estado, pero no hacemos nada hasta que no se matan cuatro personas en ella".
"Existe una
preocupación tremenda con la violencia en el fútbol base. El otro día se paralizó la jornada en Baleares porque
sacaron una navaja a un árbitro y pegaron a otro chico. Todo esto es el reflejo de lo que se ve arriba", se quejó el presidente del CTA.
"Hay preocupación institucional sobre el respeto a la figura del árbitro.
Antes algunos presidentes entraban al vestuario dando patadas, insultando... con el paso del tiempo todo ha cambiado y son las cuentas oficiales los que transmiten el mensaje contra el árbitro.
No es lo adecuado ni el vehículo de hacerlo. Lo mejor es hacerlo cara a cara, como a mí me han enseñado.
Algunos ya han pasado por mi despacho. Me han explicado los problemas y se han hablado y reconocido los errores, que han sido llevado a los seminarios", continuó.
"Van a venir más dirigentes en los próximos días. Lo que no podemos es estar con la hipocresía. Si nos quitamos la máscara, nos la quitamos todos. Me preocupa porque el tema va a ir a más.
Se roza el insulto en páginas de los equipos y hay algún cafre que cree que a partir de eso tiene barra libre. Ha llegado el momento de decir: 'Ya vale'", exclamó Medina Cantalejo.