No era una decisión sencilla, pero, pese a la permanencia de Claudio Bravo y el fichaje de una competencia de altura como Rui Silva, Joel Robles apostó el verano pasado por seguir en Heliópolis, donde, visto lo visto, apurará su contrato, que expira el próximo 30 de junio sin opciones reales de ser renovado. El Getafe, entre otros, tanteó a su paisano, que sonó para el Lille (finalmente, el vigente campeón de la Ligue 1 se decantó por el colchonero Grbic) e, incluso, para retornar a la que fue su casa, el Atlético de Madrid. Volvió a tener llamadas en enero el ex del Everton, con buen cartel en la Premier y la Championship, pero la lesión del chileno aconsejó a las partes quedarse donde estaban. Encima, su esposa Mónica estaba en la recta final de su tercer embarazo.
Lejos de ser un problema, el tercer portero del Real Betis ha sido las más de las veces una solución. Aportando veteranía, saber estar, calma en los momentos (pocos, por suerte) de zozobra. Y sumando, nunca restando. Asumiendo un rol complicado que, de vez en cuando, le permitió satisfacciones, como colaborar desde el terreno de juego en las clasificaciones verdiblancas para las siguientes rondas coperas ante Independiente de Alicante, Talavera (prórroga incluida) y Valladolid. No le importó (bueno, seguramente le dolería, pero no se le notó) quedar excluido de la lista UEFA para la Fase de Grupos, junto a Camarasa. Trabajó y se puso a disposición de Pellegrini en hasta 13 citaciones más. Cumplió para que, entre otras cosas, nadie pueda achacarle más que el agradecimiento por los servicios prestados cuando, dentro de menos de cinco meses, le toque buscar nuevas aventuras.
Entonces, con 32 años recién cumplidos, será una oportunidad de mercado para clubes españoles y extranjeros. Tocará analizar bien las alternativas para no errar en el que seguramente sea el último paso de su carrera. Mientras, el premio de su inclusión en la nómina de citados para las eliminatorias restantes de la UEL coincide con un gran momento del equipo, más que vivo en las tres competiciones, y personal. No en vano, Joel no ha podido celebrar mejor este Día de los Enamorados: el 14 de febrero de 2022 quedará grabado en la memoria del getafense y de su pareja, pues San Valentín les ha traído como regalo a su tercera pequeña, que se llamará Roma. En una tierna imagen que compartió el guardameta en sus perfiles de las redes sociales, las dos hermanas mayores, Chloe y Alma, sostienen a la recién nacida. Seguro que vendrá con un pan debajo del brazo para su padre, un currante de esto al que el fútbol le debe más alegrías en el futuro.