Un día después de lo esperado, aunque tampoco es de extrañar por la ingente documentación que han tenido que estudiar sus miembros, el Comité de Competición ha resuelto el expediente sobre el grave incidente ocurrido el pasado sábado 15 de enero en la eliminatoria de octavos de final de la Copa del Rey, que tuvo que suspenderse a los 39 minutos por el lanzamiento de un objeto desde la grada de Gol Sur (una vara hueca de PVC de unos 50 centímetros) que impactó en la cabeza del sevillista Joan Jordán, siendo suspendido el choque por el colegiado, De Burgos Bengoetxea, con 1-1 en el marcador y reanudado a puerta cerrada el domingo 16 por la tarde (2-1 al final para el Betis), tras un fallo de urgencia de los dos primeros peldaños de la jurisdicción deportiva de la RFEF.
Como era de esperar, la reclamación verdiblanca acerca de unas posibles maniobras orquestadas luego por el entrenador nervionense, Julen Lopetegui, sustentadas con una batería de archivos audiovisuales, no ha sido tenida en cuenta, al menos por el momento (algunas fuentes hablan de que se ha desestimado por ausencia de pruebas, otras que se analizarán en una pieza aparte), centrándose el organismo federativo en decidir el castigo para el anfitrión, que, finalmente, supondrá el cierre del Estadio Benito Villamarín de forma total y no parcial, como auguraban como mal menor los responsables heliopolitanos, que se pusieron enseguida a las órdenes de la Policía para facilitar la identificación y detención (este lunes, en el Parque Alcosa) del presunto agresor, con antecedentes por otros delitos y de 29 años, que ha quedado en libertad con cargos.
"El Juez de Competición de la RFEF determina la clausura total de las instalaciones deportivas del Real Betis Balompié SAD durante dos partidos. El Real Betis jugará en otro recinto que reúna las condiciones que establece el ordenamiento federativo. Tras el hecho ocurrido durante el encuentro disputado entre el Real Betis Balompié y el Sevilla FC en los octavos de final de la Copa del Rey, el Juez de Competición ha sancionado al conjunto verdiblanco con el cierre de su estadio para los próximos dos partidos. Se considera probado, a la vista de los hechos contemplados constatados en el presente expediente, que las medidas tomadas por el Real Betis Balompié SAD para la prevención de incidentes de público se han mostrado insuficientes. El fallo del Juez Disciplinario de Competición considera que no pueden aplicarse otras sanciones tales como la de pérdida de puntos o puestos en la clasificación (apartado 5), ya que el formato de la competición se desarrolla mediante el sistema de eliminatorias. En definitiva, la sanción aplicable a la infracción disciplinaria cometida por el Real Betis Balompié SAD sería la de clausura total o parcial del recinto deportivo de hasta tres partidos o de dos meses. En este sentido, este órgano considera adecuada y proporcionada la imposición de la sanción de clausura total en su grado medio. Cabe la interposición de recurso, en el plazo de diez días hábiles, ante el Comité de Apelación", reza el comunicado de la Española.
A falta de conocer el fallo en su totalidad, la misma fuente indica que el Betis tendría que comunicar en las próximas 24 horas, sopena de que prosperen sus hipotéticas reclamaciones, en qué estadio jugaría esos dos encuentros, que podrían ser ambos de LaLiga (el 5 de febrero, ante el Villarreal, y el 20-F, contra el Mallorca), siempre y cuando el sorteo del próximo viernes 21 de enero no depare un cruce con La Palmera como sede el 1 o 2 de febrero, cuando empezaría a contar la sanción. Eso sí, el club podría solicitar la suspensión cautelar mientras resuelven los siguientes organismos, por lo que, de ser aceptada, el cierre se cumpliría más adelante. A esta hora de la noche, el Betis acababa de recibir la documentación y la estaba revisando, por lo que no ha tomado una decisión acerca del escenario alternativo ni de su posible recurso, primero ante Apelación y, llegado el caso, ante el TAD. Con todo, el Estadio de La Cartuja, otras veces utilizado a modo de exilio, es una opción fuerte.
En el otrora Olímpico de Sevilla, con capacidad para 60.000 personas como el Villamarín, cabrían todos los socios del Betis (no se ha decretado que sea a puerta cerrada), sin necesidad de realizar un desplazamiento relevante y respetando el 75% de aforo máximo permitido, aunque esa restricción está vigente solamente en enero y debe revisarse por las autoridades sanitarias para el mes venidero, cuando se cumpliría la clausura. Ya no impera la norma de tener que elegir un recinto a más de 100 kilómetros del propio, como antaño. Ni siquiera que esté en otro término municipal, como es el caso de La Cartuja, que ocupa mayoritariamente el territorio de Santiponce, por lo que sería válido, aunque se estudiarán otras alternativas. En un supuesto imposible, podría jugar en el Sánchez-Pizjuán, porque se permite que sea en la misma ciudad. Lógicamente, no será así por motivos de seguridad y otros muchos.
En cualquier caso, el agravio es una realidad y ha causado malestar en la planta noble del Villamarín, puesto que, por ejemplo, la Real Sociedad ha sido multada dos veces esta temporada con 600 euros pero sin cierre de Anoeta por dos incidentes similares: el lanzamiento de una moneda que impactó en el también sevillista Fernando y el de una botella medio llena que dio al colegiado Gil Manzano. En ambos casos, el encuentro no se suspendió y pudo finalizar, por lo que en Heliópolis centran sus quejas en la actitud de la delegación nervionense, que forzó la interrupción.