Sidnei se marchó del
Real Betis convencido de que encontraría un equipo que satisfaciera sus aspiraciones. Y decidió aterrizar en un histórico como el
Cruzeiro, pero que se encuentra en la segunda categoría del fútbol brasileño.
El central brasileño fue incluso anunciado en las redes sociales del equipo de Belo Horizonte, pero en ese lapso de tiempo aterrizó
Ronaldo en el equipo minero y todo cambió. El también presidente del Real
Valladolid -curiosamente, el rival hoy del Betis- comenzó una importante reestructuración para rebajar la enorme deuda que tiene el club y paró los dos últimos y ambiciosos fichajes procedentes de Europa, uno de ellos el de Sidnei.
El fichaje se frenó y el entorno del jugador sugirió que tomarían medidas judiciales, ya que el contrato estaba cerrado. Pero finalmente, ayer, horas antes de la presentación del Cruzeiro, se llegó a una "acuerdo express" y está en la nómina de jugadores que comenzarán el año con el conjunto celeste.
Según la prensa brasileña, el acuerdo al que había llegado sería de unos
40.000 euros al mes -casi medio millón al año- y una 'prima de fichaje' de unos 200.000 euros, que se dividirían en un contrato de dos años. Después de haber rechazado hace 48 horas una rebaja, tras una negociación rápida, habría aceptado unas nuevas cantidades.
"Llegamos a un acuerdo y estará con el equipo por la tarde, porque tuvo un problema con el vuelo desde la ciudad donde se encontraba", explicaba el agente del jugador, Jorge Machado.
Ahora, Ronaldo debe negociar lo mismo con, al menos, siete jugadores más, entre ellos, el portero Fábio.
José López2 min lectura