El gol anulado a Juanmi y la perversión de la regla del fuera de juego

El gol anulado a Juanmi y la perversión de la regla del fuera de juego
El gol anulado a Juanmi y la perversión de la regla del fuera de juego - Rafa Cala
Rafa CalaRafa Cala 3 min lectura
En la previa de encuentro liguero que enfrentaron ayer a FC Barcelona y Real Betis Balompié no fueron pocos los aficionados béticos que se quejaron por la designación de Pablo González Fuertes como árbitro del duelo y de su acompañante desde el VAR que no era otro que Antonio Mateu Lahoz.

Ninguno de ellos son del agrado de algunos seguidores verdiblancos, si bien es cierto que con González Fuertes los números del Real Betis son bastante buenos, los cuales mejoraron ayer tras la victoria bética en el Camp Nou por 0-1 gracias al gol de Juanmi a falta de diez minutos para el final.

El arbitraje del asturiano no influyó en el resultado final. tuvo una buena actuación a pesar de su permisividad con Nico, jugador del FC Barcelona, que mereció alguna tarjeta amarilla por alguna patada a destiempo.

La única polémica del choque fue en el minuto 52 cuando al propio Juanmi se le anuló un tanto, tras un servicio medido de Aitor Ruibal, por unos centímetros, tal y como reflejó el compañero Fran Martínez (@LaLigaenDirecto) en sus redes sociales.




Un fuera de juego muy justo, cuanto menos dudoso y discutible, que queda determinado por el frame o fotograma que se seleccione para dar validez o no a la acción y que nos lleva al debate sobre qué es un fuera de juego en el fútbol actual.

Ha dejado de existir el estar en línea, para sólo quedar el ser o no ser fuera de juego. Obviando el espíritu real con el que se inventó esta regla y pervirtiendo su uso.

Porque el fuera de juego se inventó para impedir que un futbolista tuviera una ventaja real quedándose metros lejos de un defensor y no para anular jugadas en las que se parte en línea.

La razón ya no es futbolística sino matemática... la tecnología manda sobre el juego y habrá que acostumbrarse a este fútbol moderno. Por suerte para el Real Betis Balompié no tuvo que acordarse de esta acción.