Mateu y #ElGranDerbi: no es lo que pitó, sino lo que no pitó

Mateu y #ElGranDerbi: no es lo que pitó, sino lo que no pitó
- Redacción Sevilla
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 3 min lectura
La designación de Mateu Lahoz para #ElGranDerbi no hizo ni pizca de gracia en el Betis, con experiencias pasadas en estos partidos bastante negativas con el veterano colegiado valenciano. Al final, la tremenda superioridad del Sevilla, con once y con diez, solapa cualquier análisis, pero la polémica nunca es ajena a la máxima rivalidad sevillana. Y es que, como desvela el querido Fran Martínez (@LaLigaenDirecto), se trata del tercer árbitro que más jugadores verdiblancos ha expulsado en toda su historia (7). Ojo, que eso no quiere decir que Guido Rodríguez se fuera a la caseta por culpa de otro que no fuera él.

De hecho, a Mateu casi ningún bético le reclama por lo que pitó (lo gordo: segunda amarilla al pivote argentino y gol anulado por fuera de juego a Bellerín), sino por lo que dejó de pitar. De esta forma, pocos se explican que Joan Jordán se marchara sin una triste tarjeta amarilla después de un sinfín de entradas fuertes, sobre todo a Fekir. Ni siquiera la reiteración le supuso un castigo, situación que vio perfectamente Lopetegui, que sustituyó al catalán, que estaba siendo de los mejores del Sevilla, para evitar problemas si el trencilla decidía variar su criterio, algo bastante común en el oriundo de Algimia de Alfara.

Justo unos minutos antes, Jordán realizaba una plancha sobre el tobillo izquierdo del campeón del mundo que, para sorpresa general, no fue señalada ni siquiera como falta. El VAR, con el simpar Sánchez Martínez al frente (el que echó a Nabil ante el Barcelona por una desconsideración que hasta el propio murciano ignora habitualmente con protagonistas de más renombre), no revisó la acción o, de hacerlo, consideró un simple lance del juego la espeluznante entrada. El marcador ya estaba desnivelado a favor de los nervionenses, como se ha referido antes mucho mejores que su eterno rival, si bien estos lances puntuales no es la primera vez que obran de revulsivo o inflexión.





Igualmente, no se anuló la jugada del 0-2, obra de Bellerín en propia meta, cuando las imágenes y capturas de televisión demuestran que la posición de su 'asistente', Montiel, era, cuando menos, dudosa. Las líneas trazadas por los responsables del videoarbitraje se solapaban, por lo que era muy difícil discernir si el argentino se encontraba o no habilitado de manera legal cuando sirvió el balón al área. @LaLigaenDirecto establece que, si bien por unos milímetros, el ex carrilero de River Plate estaba más adelantado que el último defensor bético, por lo que acción debió ser anulada.