La compleja negociación para el fichaje del internacional portugués
Joao Mário por el
Benfica, con múltiples aristas contractuales que dificultaban sobremanera el acuerdo anunciado oficialmente este martes, ha destapado una
práctica habitual en los jugadores traspasados por el
Sporting CP que a su vez revela una
nueva traba para la salida de William Carvalho del Betis en el presente mercado estival de fichajes. El mediocentro, brillante el primer año pero de negativo rendimiento en los dos siguientes, es uno de los elegidos por el club heliopolitano para intentar
hacer caja y poder reinvertir en reforzar otras posiciones de la plantilla de Manuel Pellegrini.
Joao Mário ha sido anunciado hoy como nuevo fichaje del Benfica, que no desveló por cuánto tiempo le unirá el contrato al club encarnado o la cuantía por la que se ha cerrado
uno de los culebrones del verano. El centrocampista de 28 años escogió finalmente a las
Águilas, antes que al Sporting de Portugal, club del que salió y en el que jugó el pasado curso como cedido por el
Inter de Milan; con el que ha tenido que
rescindir el año que le quedaba para
esquivar una posible multa millonaria de la toman buena nota en el Betis.
Como viene siendo habitual en los traspasos de sus futbolistas, el Sporting
prioriza vender al extranjero para no reforzar a sus
rivales directos. Es más, incluye
altas penalizaciones en los contratos de los jugadores que abandonan el José Alvalade en el caso de su club de destino permita en el futuro su fichaje por otros conjuntos de Portugal, especialmente en el caso del Benfica, máximo rival lisboeta y que está dirigido por el extécnico de los Leones
Jorge Jesús, quien también tiene en su agenda a otros de sus expupilos: el bético
William Carvalho.
El medio verdiblanco ya sonó como posible refuerzo encarnado en el
pasado mercado invernal, en un rumor que se convirtió en
tema de debate en la capital lusa. Tanto es así que el propio Carvalho tuvo que salir a asegurar que se sentía
'leao' de por vida y que nunca se iría al eterno rival del club en el que se formó y desde el que dio el salto a LaLiga de la mano del Betis. No obstante,
además de sentimiento, hay mucho dinero en juego en esa decisión.
Este periódico ha podido comprobar que, como en el caso de Joao Mário, el Betis tendría que asumir una
penalización de 30 millones de euros si negocia la venta de Carvalho al Benfica.
ESTADIO Deportivo ha tenido acceso a documentos oficiales del traspaso del mediocentro al Betis por un fijo de 16 millones de euros más otros cuatro en diversas variables y un porcentaje adquirido en el posterior acuerdo por Feddal, así como a un contrato privado que especifica esta advertencia.
En estos documentos se recoge esta multa, que el Sporting siempre incluye a sus futbolistas y que, aunque
nunca se ha pagado por parte de ningún club, ejerce un
poderoso efecto disuasorio. Diversas fuentes consultadas dudan incluso de su legalidad jurídica, pero...
a ver quién es el primero que se arriesga a averiguar qué sucedería en una hipotética demanda.
Desde luego, por muy necesitado que esté de vender -
le ha tasado en 20 millones- y de liberar la
segunda ficha más alta de su plantilla, el Betis no parece muy dispuesto a ser el primero en aventurarse a explorar esa tortuosa vía. Además,
el propio futbolista también perdería, ya se vería irremediablemente forzado a renunciar a parte de sus emolumentos,
de los 2,5 kilos actuales a un tope de 2.
Carvalho ha sonado también para varios clubes de la
Premier League, pero uno de los más insistentes en teoría, el
Wolverhampton, sigue sin llevarlo a la práctica. A ello se une que otro de sus postores ingleses, el
Leicester,
se retiró también del abanico de opciones tras la contratación de
Boubakary Soumare, prometedor medio de cierre procedente del Lille al que ha firmado hasta 2026 a cambio de 25 millones de euros y que, curiosamente, también había sido tanteado por el Benfica.