El
Betis comenzó el verano como un cohete. La renovación de
Joaquín Sánchez fue el pistoletazo de salida de la planificación para la 21/22 y a la del capitán le siguieron las ampliaciones de
Víctor Ruiz y
Aitor Ruibal. Especialmente ilusionados se vio a los béticos cuando el club heliopolitano anunció tres fichajes de manera casi consecutiva: un portero,
Rui Silva, y dos laterales, el diestro Youssouf
Sabaly y el zurdo Juan
Miranda, que consumará la vuelta definitiva a casa tras los Juegos Olímpicos. Salieron
Emerson 'Royal', rumbo al Barcelona, y Aïssa
Mandi, anunciado como flamante refuerzo del Villarreal. Eso fue a principios de junio y, un mes después de esta catarata de novedades, sólo hay
silencio y tensa quietud.
El club sobrepasó el
límite salarial de LaLiga la pasada temporada y se comprometió con el ente que preside Javier Tebas a realizar varios ajustes, requisito indispensable para poder realizar más fichajes. Especialmente, el del
ansiado central. En teoría, debía llegar un sustituto para Mandi no sólo en cuanto a alguien que ocupase su demarcación, sino también el rol capital que el argelino tenía en el equipo de
Manuel Pellegrini. Las semanas pasan, el inicio liguero se acerca peligrosamente y
comienza a apreciarse una creciente impaciencia en la afición del Betis.
Sobre todo, después de que el director deportivo
Antonio Cordón amagase con la
posibilidad de que no haya más refuerzos, ya que está supeditado a que haya salidas y de momento no hay ofertas concretas ni tanteos mínimamente estudiables. El extremeño puso el
parche antes de que salga la herida, mostró confianza en la posible dupla Bartra-Víctor Ruiz y en la
demostrada capacidad de la cantera bética para reforzar al primer equipo. Mientras en las oficinas del Benito Villamarín hacen números, el beticismo ha visto cómo se han ido escapando posibles refuerzos como
Balbuena, Joshua King o Javi Puado, entre muchos otros, y siguen sin salir teóricos descartes como
Sidnei o Carvalho.
La situación no es la deseada, pero tampoco resulta nueva para Cordón y Pellegrini, que
ya sacaron petróleo a una plantilla apuntalada con llegadas a coste cero y promociones desde el filial. Están preparados para repetir plan, pero la temporada 21/22 llega con
tres competiciones, la exigencia crece y la inquietud por la ausencia de movimientos es más que palpable. Eso sí, también se aprecia que
la confianza en otro milagro de los rectores verdiblancos sigue intacta de momento.
Todo ello se pone de manifiesto en la última
#EncuestaHelvetiaED propuesta por este periódico, en la que si bien un
47 por ciento reconocen que calificarían de suspenso la planificación de la 21/22 si sólo llega un central y no hay más salidas y fichajes, la mayoría de los votantes ponen una altísima nota al director deportivo del Betis.
Un 26 por ciento le daría un notable y otro 25% demostraría su empatía otorgando un
sobresaliente que demuestra que los hinchas son perfectamente conscientes de que las circunstancias globales dibujan un mercado muy austero para casi todos los clubes del mundo.
Con todo,
desde la propia web de LaLiga también contribuyen a sembrar dudas, ya que hasta hace unas horas sólo recoge un movimiento en el Betis: la renovación de Joaquín. Ni los tres fichajes oficializados, ni las otras dos ampliaciones de contrato son recogidas por ahora en el listado de operaciones del mercado veraniego de transferencias que abrió el pasado día 1.