El
Leicester ha hecho
oficial la contratación de Boubakary Soumare, prometedor medio de cierre procedente del Lille al que
ha firmado hasta 2026 a cambio de 25 millones de euros. De esta forma,
a William Carvalho se le cierra la puerta de uno de los clubes que más interés había demostrado por él en los últimos meses, un Leicester que ya lo intentó el pasado mes de enero y que finalmente se ha decantado por acometer un fichaje de mayor envergadura económica (
el Betis está como loco por conseguir unos 20 kilos por el luso), pero con el que se ha acabado haciendo con un futbolista al alza y más joven; 22 años, frente a los 29 del bético.
Da la casualidad que
Soumare era otra de las alternativas del Benfica para su centro del campo, siendo actualmente el conjunto dirigido por
Jorge Jesús la única opción, prácticamente, que William Carvalho siga teniendo sobre la mesa. El inconveniente, en cambio, es la cuestión económica, estando los lusos bastante lejos de las exigencias económicas de un Betis que pretende acercarse lo máximo posible a los 20 kilos que meses atrás venían solicitando por el pase del mediocentro portugués y que hoy día se antojan prácticamente imposible; especialmente después de que la Eurocopa no haya servido como ese escaparate al que todos se aferraban en Heliópolis.
En cualquier caso, los béticos están prácticamente obligados a vender a un
Carvalho con el que se ahorrarían el
segundo sueldo más alto de la plantilla (2'5 millones de euros netos por temporada), con lo que ello supondría para cuadrar las cuentas y el limite salarial. Jorge Jesús, mientras, insiste en que Carvalho es su prioridad para el centro del campo benfiquista, que haciendo un esfuerzo importante alcanzaría los 12 millones de euros por el fichaje de Carvalho. Una cantidad insuficiente, a priori, pero que el Betis comenzaría a mirar con mejores ojos a final del mercado siempre y cuando fuera fija, y no condicionada a múltiples variables, como a día de hoy es la intención de los lusos.
En cualquier caso,
Carvalho se incorporará más tarde a la disciplina verdiblanca, al haber iniciado más tarde sus vacaciones con motivo de la Eurocopa. Un tiempo extra que el Betis y Antonio Cordón gustarían aprovechar para encontrar acomodo al futbolista, que sigue siendo un problema en términos económicos para los intereses del Betis. Especialmente después de que a lo largo de la última temporada haya visto reducido su protagonismo como bético y que su rendimiento sobre el terreno de juego no sea el acordo a sus emolumentos.