Hoy día el fútbol ha evolucionado mucho en todos los aspectos. Para formar un equipo no sólo se tienen en cuenta los valores futbolísticos sino que los factores económicos y contables cada vez tienen más peso en la configuración de una plantilla. Esos puntos de control obligan a los clubes a exigir ciertas cantidades por sus futbolistas si quieren deshacerse de ellos, puesto que necesitan un valor mínimo para amortizar la inversión realizada en su día.
La amortización es un valor contable que se calcula a través de el precio de coste del futbolista dividiéndolo por los años de contrato que firma. La cifra resultante marca el coste amortizable por año. Por ello, si un club no quiere que se le contabilicen pérdidas tiene que vender por un mínimo marcado para que no las genere. En caso de que se supere dicho número el futbolista dejaría beneficios en las arcas.
Por ello,
Se ha obviado a Sergio Canales y Guido Rodríguez, ya que su cotización es tan elevada que si se marcharan dejarían mucho dinero en la caja del Real Betis Balompié.