Ricardo Oliveira siente nostalgia de 'su' Betis. Añora la época de gloria y cariño que vivió en Sevilla como jugador verdiblanco. El sentimiento en el club y en la afición es recíproco hacia uno de los mejores jugadores de su historia. Eso ayuda a que el goleador brasileño no suela tardar mucho en enviar guiños y constantes muestrasde que sigue viviendo con intensidad ese sentimiento bético adquirido y que lleva su amor por las trece barras allá por dónde va.
La última evidencia ha sido llevar a la práctica el lema verdiblanco: "De padres a hijos y de abuelos a nietos, una pasión llamada Betis". Literal, porque Oliveira ha posado en redes sociales junto a su hijo, enfundados en las trece barras y con una sonrisa de orgullo señalando el escudo bordado en el lado en el que les late el corazón. La imagen, además, ha sido compartida por los perfiles del club heliopolitano, que agrega: "Hay cosas que son para siempre".
Precisamente eso, que el amor por el Betis es y será para siempre, es justo lo que no para de demostrar el legendario goleador verdiblanco. El pasado sábado festejaba como un hincha más la clasificación para Europa."Mis mejores recuerdos del club que me permitió brillar en el fútbol internacional. Real Betis Balompié, gracias por dejarme sentir la pasión de esta afición tan grande, jamás olvidaré lo que viví y sentí al oír el canto de las gradas de Heliopolis", escribía el goleador, junto a una foto suya en la final de Copa de 2005.
"El Betis es distinto a los demás", aseguraba hace unos meses. "Encontré a una afición que me abrazó, que me dio todo el cariño que necesitaba, que me levantó cuando yo más lo necesitaba. En el campo yo les di lo que querían: goles, títulos, escuchamos juntos el himno de la Champions... La selección brasileña llegó por todo lo que hice en el Betis. Me queda el sentimiento de mucha gratitud por todo lo que he vivido en el Betis", explicaba en una entrevista en Canal Sur Radio en la que también piropeaba a Serra y dejaba caer que le gustaría trabajar con él.
"Me queda una vida por delante y debo aprovechar mis 20 años como futbolista, con muchas experiencias fantásticas. Pienso que tengo mucho para contribuir al fútbol. Juntarme con Lorenzo sería un sueño, sería increíble. Recordar lo que hemos vivido, él como entrenador y yo como futbolista, la historia que hemos tenido juntos sería aportarnos conocimientos mutuamente", admitía.