La historia del Betis está íntimamente ligada a los penaltis. Gestas como las de
Esnaola en el 77 o
Toni Doblas en el 2005 están en el imaginario colectivo de todo el beticismo, pero también la tanda del EuroDerbi de 2013, o las eliminaciones coperas de las dos últimas ediciones, a manos del
Rayo y del
Athletic hace apenas unas semanas.
Su cruz desde los once metros ha sido, pues, en los últimos años, una constante que se ha venido repitiendo y a la que
Cordón ya ha puesto remedio de cara a la próxima temporada con la incorporación de
Rui Silva, el especialista de LaLiga en este sentido.
En meta portugués, que llegará el próximo mes de julio al Betis tras finalizar su contrato con el Granada, sigue agrandando su fama de parapenaltis en esta Liga después de haber detenido con el de este domingo ante el Athletic Club
cuatro de los seis penaltis que le han lanzado esta temporada, convirtiéndose en el primer portero del campeonato que lo logra. Nadie conseguía algo igual desde la temporada 16/17, en la que
Diego Alves consiguió detener 6 de los 11 que le pitaron en contra al Valencia.
Además del que le paró a Raúl García este domingo en el encuentro ante los bilbaínos, Rui Silva también frustró los intentos del atlético
Saúl Ñíguez, a Edu Expósito del Eibar y a Paco Alcácer del Villarreal. Sólo Moi Gómez y Oyarzabal han conseguido batirlo este curso con una pena máxima.
Esta habilidad la podrá poner en práctica el próximo año en un Betis al que le han metido 28 de sus últimos 31 lanzamientos desde los once metros. Llamativo es el caso de
Joel Robles, que sólo ha parado uno de los 20 que ha recibido desde que llegó al Betis: el que detuvo este curso a Sergi Enrich; pero no es exclusivo del getafense. Los otros dos los atajaron
Claudio Bravo a Griezmann y
Pau López a Santi Cazorla en la 18/19. El resto acabaron en gol.