Joel Robles es, por méritos propios y sin lugar a dudas, uno de los nombres propios de la mejoría del
Real Betis en 2021. El getafense acumula grandes actuaciones y, por fin, genera esa seguridad en la defensa que se traduce y se apoya en una fortaleza colectiva que ha supuesto siete
porterías a cero en apenas dos meses y medio, la inmensa mayoría con él bajo palos. Y eso que su inicio de temporada no presagiaba este fenomenal
segundo tercio, pues, objetivamente, errores del ex del
Everton estaban costando caro cada vez que le tocaba actuar.
Por ejemplo, se le achacaba su
inmovilismo en balones aéreos de estrategia que propiciaron goles en contra casi sin romper a sudar, como los del villarrealense
Pau López o el granota
Óscar Duarte, prácticamente idénticos. De hecho, Joel debía conformarse con los huecos entre lesiones de
Claudio Bravo, que recuperaba su privilegiado estatus en cuanto se reponía de ellas. Hasta esta última, pues el chileno acumula tres suplencias seguidas, hito sin precedentes en la
20/21, aunque a
Pellegrini se le escapase el otro día que "en cualquier momento retoma su titularidad". El caso es que el míster verdiblanco está siendo justo y ha premiado el buen momento del canterano colchonero.
El caso es que, con cuatro cancerberos en nómina para la próxima campaña,
Antonio Cordón deberá tomar decisiones en connivencia con el entrenador, pues está claro que uno o dos deberán salir. Y, según aseguran desde la planta noble del Benito Villamarín, esta cuestión está inmersa en una evaluación continua, con cambio de planes según diferentes factores, no sólo el del rendimiento. Así las cosas, todos coinciden en que
Dani Martín no será el segundo de a bordo, sino que sigue siendo carne de cesión. El
Tenerife lo intentó un par de veces, pero las
lesiones han frustrado al asturiano y a su club, que ve necesario que se foguee en
Segunda y que tenga una campaña completa con muchos minutos.
De los otros tres, el recién fichado
Rui Silva parte a priori como abanderado del próximo proyecto. Todo indicaba que lucharía por la titularidad con Bravo (37), pero las continuas dolencias físicas del suramericano han hecho
recelar a algunos en Heliópolis, más partidarios de que sea Joel el que se quede, máxime después de su paso al frente en esta segunda vuelta del campeonato. Ambos acaban en
2022 y tienen fichas relativamente altas (del segundo escalón salarial de la plantilla), pues venían de la
Premier, con un caché elevado, y libres, exigiendo una
prima de fichaje que se les compensó con un contrato largo y cantidades prorrateadas.
Es la explicación de que el ex de la Real o el Barça fichara por
dos años y no por
1+1, al tiempo que Joel (30) se comprometió por cuatro ejercicios. La próxima ventana, por tanto, sería la última factible para lograr alguna plusvalía por el getafense, que se ha revalorizado claramente y, tras preguntar por él en enero el
Getafe, podría tener alguna oferta relevante. Como quiera que
Colo Colo desea repatriar a Bravo, este doble escenario se planteará en unos meses, tomándose la decisión que beneficie, en cada caso, a las dos partes. Pero lo cierto es que Robles ha
adelantado por la derecha a su compañero de demarcación en el ranking de preferencias y generará un (bendito)
dilema en Heliópolis.