Lo de
Tonny Sanabria en el
Torino va camino de convertirse en un culebrón. Y es que, al delantero paraguayo, que se marchó del Betis el pasado mes de enero para firmar por el cuadro italiano, le persigue la mala suerte.
Primero, nada más aterrizar en Turín, el jugador tuvo que someterse a los tradicionales exámenes médicos, incluída una
PCR que resultó ser positiva. Inmediatamente, el jugador y su familia, quedaron confinados en un hotel de la capital, a la espera de superar la enfermedad, algo que no pasó hasta el pasado 20 de febrero, cuando las pruebas arrojaron por fin el deseado negativo.
Fue entonces cuando el guaraní se pudo incorporar a los entrenamientos con su nuevo equipo, noticia esperada tanto por su técnico
Davide Nicola, como por los aficionados. Pero la alegría ha durado poco. Y es que el
Torino se ha visto obligado a suspender todos sus entrenamientos desde el pasado martes por
un brote de coronavirus que ha afectado a varios jugadores y miembros del cuerpo técnico. Ha sido tal la magnitud del contagio que las autoridades sanitarias italianas han obligado al club a suspender su actividad e incluso han aplazado el encuentro ante la Lazio al próximo 17 de marzo, previsto para este viernes inicialmente.
Aislado de nuevo, como el resto de sus compañeros, Sanabria que había vuelto con ganas a los entrenamientos, ha visto interrumpida una vez más su puesta a punto.