"Aquí se cierra una etapa
especial en mi vida, de la cual sólo me llevo las cosas buenas y el
aprendizaje de las no tan buenas. Me hubiese gustado
despedirme de una forma diferente, pero las circunstancias no me lo han permitido.
Me queda dar las
gracias a todos los trabajadores del club, a todos los
entrenadores y a todos los compañeros con los que me tocó compartir durante todo este tiempo. Fue un
placer vivir y disfrutar al lado de ustedes. Me quedo con los buenos momentos y me llevo muchas
amistades que durarán por siempre. Mucha suerte durante la temporada @realbetisbalompie!", escribía en su perfil de Instagram
Tonny Sanabria, apenas unas horas después de que se oficializara su fichaje por el
Torino hasta 2025.
El paraguayo, como ya es sabido, está en
cuarentena en su domicilio, ya que, durante las pruebas médicas a las que se sometió para completar el traspaso a la entidad 'granata', se le descubrió que es positivo en
coronavirus, aunque asintomático, un detalle insuficiente para estropear la operación, pero que le va a hacer retrasar un par de semanas como mínimo su incorporación a la
Serie A, que ya conoce por su pertenencia hace unos años al
Sassuolo y, más recientemente, al
Genoa durante año y medio.
Sanabria, que arribó al
Betis en 2016 a cambio de
7,5 millones de euros, no ha podido triunfar como verdiblanco, en parte por las lesiones. Esa falta de continuidad lo colocó a menudo en la rampa de salida, pese a lo cual el club verdiblanco buscó siempre una mejor posición negociadora, logrando la otra mitad del pase que aún pertenecía a la
Roma hace dos veranos, dentro de la venta de
Pau López al cuasdro 'giallorosso'. Como quiera que el Torino pagará por sus servicios 7 millones de euros y otros tres en objetivos, en Heliópolis han recuperado su
inversión.