Este lunes ha arrancado oficialmente el
mercado invernal, aunque hay clubes que no esperaron ni siquiera al final de 2020 para anunciar sus primeros fichajes para la segunda vuelta del presente campeonato. Es el caso del Celta, que ha obtenido la cesión con opción de compra de
Aarón Martín (del Mainz), lateral izquierdo que fue tanteado por un
Betis que acabó decantándose por el préstamo a última hora de
Miranda. Ahora, tras una ventana estival-otoñal bastante parca en movimientos reseñables y con los poderosos (al menos en España) casi parados, este mes no se esperan cambios.
La crisis económica heredada de la
pandemia sigue condicionando la capacidad adquisitiva de la mayoría, incluido los verdiblancos, que preparan una venta importante (se especula con que podrían ser el ahora lesionado
William Carvalho, por quien puja el
Benfica, o uno de los tres
delanteros) y quizás alguna cesión para subsanar el descuadre en su
tope salarial (de unos 15 millones de euros). Salvo milagro, no legarán refuerzos a un grupo castigado actualmente por las contingencias físicas y médicas, pero que debe bastar para afrontar las dos competiciones en las que se haya inmerso.
No obstante,
Antonio Cordón se encuentra muy pendiente del capítulo de
renovaciones, habida cuenta de que cinco efectivos acaban contrato en seis meses, mientras que otros ocho lo hacen en
2022, por lo que se reduciría el margen de maniobra de no actuar antes de las próximas Navidades. Todo un
rompecabezas que cuadrar con la realidad monetaria y deportiva de la institución. En el primer grupo están el citado Miranda (ha de volver al
Barça, aunque tiene preparada una vinculación mayor en el equipo de su tierra si allí no ejercen la continuidad unilateral hasta 2023),
Emerson (que los culés conseguirían abonando 9 millones al Betis),
Joaquín, Víctor Ruiz y Mandi. En el peldaño siguiente se encuentran
Guardado, Sidnei, Bravo, Joel, Aitor Ruibal, Tello, Sanabria y Camarasa.
El asunto que lleva más tiempo en marcha (y enquistado) es el del franco-argelino, que pudo haber firmado hace ahora un año una
ampliación hasta 2024-2025 con una considerable subida de sueldo y de
cláusula (de 30 a 50 kilos), pero quedarse sin agente a finales de 2019 y la irrupción de la pandemia acabaron por fastidiarlo. Cuando echaron cuentas en la planta noble del Benito Villamarín, sólo les llegó para una contraoferta muy
a la baja que, lógicamente, fue
rechazada. Ya con una empresa de representación detrás (y fuerte:
Wasserman) y con Antonio Cordón a los mandos de la planificación heliopolitana, la cosa quedó en un punto intermedio que sigue en estudio.
La
legalidad permite ya a Mandi negociar e, incluso, comprometerse con quien desee, tesitura que ha desatado
rumores y versiones
contrapuestos, desde el optimismo de
Catalán y Pellegrini acerca de la continuidad del zaguero a los que sustentan en medios francófonos que ya ha decidido no seguir o que tendría nuevo destino, con
Liverpool (que ya desmintió la puja),
Inter de Milán o
Atlético de Madrid como presuntos postores a
coste cero. ESTADIO ha podido conocer de primera mano cuál es la postural real de las dos partes a 4 de enero.
Así, desde el entorno del de Châlons-en-Champagne confirman que
todo puede pasar en lo que resta de mes, aunque lo cierto es que, a día de hoy, ni descarta
renovar ni tiene nada
avanzado con nadie. De hecho, ni siquiera existe una oferta en firme para marcharse en enero. De producirse, las tres partes se lo plantearían, pero no se ha dado el caso. El Betis no pierde la
esperanza de atarle, si bien admiten ya 'off the record' desde el Benito Villamarín que esperaban una respuesta positiva antes, por lo que deducen que el central ha de tener algo ya hablado para el verano próximo.
Hipotéticamente hablando, si uno de los clubes que ya trabaja para
convencer al ex del Reims tuviera cierta urgencia por reclutarlo y estuviera dispuesto a
abonar una cantidad simbólica por su traspaso ahora, Mandi no pondría impedimentos en
ayudar económicamente al club que le dio la oportunidad de ser conocido en LaLiga, siempre que ello no suponga una merma en la
ficha prometida a partir de la
21/22. Entonces, habría que saber si el Betis estaría dispuesto a soltar a uno de sus
puntales defensivos a cambio de unos pocos (muy pocos) millones de euros, entre ahorro de sueldo y traspaso. Una tesitura, con todo, que no se ha iniciado por ahora.