Decepcionante imagen del Betis, que tiró una hora de partido en el Ciudad de Valencia, donde iba perdiendo antes del minuto 2, pero que rozó un épico milagro a partir de que el Levante se quedara con diez por la absurda expulsión de Róber Pier, que agredió a Lainez con 4-1. A partir de ahí, un penalti por manos de Óscar Duarte, que había abierto el marcador, acercó en el marcador a los de Pellegrini.
La salida de Canales, que marcó un doblete en media hora, fue clave. Tras su recuperación exprés, el santanderino se apunta al derbi, donde podrán estar los apercibidos Guido Rodríguez y Fekir, aunque los heliopolitanos llegan con la moral por los suelos por el enésimo fiasco defensivo.