"En primer lugar, sí hubo un
avance defensivamente hablando. Nos hicieron un gol
tempranero en un córner que no defendimos bien. Pero, por lo menos, no nos
afectó y seguimos apretando la salida del Villarreal para que no sacaran el balón con facilidad.
Defendimos bien ante un equipo con tantas figuras como éste. Hicimos el empate y
Asenjo tuvo más intervenciones que Joel. Si no se puede ganar, era
importante no perderlo", resumía en sala de prensa un Manuel Pellegrini que se vanaglorió de no haber perdido nunca la fe.
"En los peores momentos, tras las derrotas en
Bilbao y ante el
Eibar, dije que había que buscar soluciones sin cambiar la
filosofía. Competimos de igual a igual con un equipo que se ha reforzado más que nosotros y muy bien. No perdimos nuestra idea de juego nunca", insistía el chileno.
Sobre la plaga de
lesiones que empieza a afectar al fútbol español en una campaña tan comprimida en su calendario por los efectos de la pandemia en la pasada, con el Villarreal perdiendo hasta a tres jugadores por ese motivo en el Benito Villamarín, su otrora entrenador se teme la propagación: "Es
difícil adivinar el futuro, pero la posibilidad está. Ninguno hemos podido hacer una
pretemporada normal por el aislamiento, las restricciones... A medida que pasan los partidos, puede haber bajas. A ver cómo se gestiona eso".
Pellegrini explicó igualmente la rotación en la punta de lanza: "En Pamplona jugó
Loren la semana pasada, pues había trabajado muy bien y Tonny
Sanabria tenía unas pequeñas molestias. Entró
Borja e hizo el gol. Para mantener esa
dinámica y darle respaldo, hoy entró él. Son tres jugadores en los que tengo
confianza y que tendrán que dar lo mejor cuando les toque". Por último, alabó a
Aitor Ruibal: "Fue un muy buen gol. Viene de un balón detenido, pero lo pilla en la frontal. Pusimos gente ahí porque el Villarreal solía meter a su defensa muy atras. Hay qie impactar como impactó él el balón. Se lo venía
mereciendo por su trabajo".