Es la época
propicia. Y un calvario para los profesionales de la
información. Con la imposición de la
inmediatez, cada vez resulta más complicado
contrastar, verificar, tirar del hilo. Por ello, toca acreditar la
fuente, referirla y atribuirle la
responsabilidad. Porque, si dicen en Italia que el jugador X interesa y así se expresa, no significa que se esté de acuerdo. Lo ideal, sin duda, es acompañar el rumor o la primicia con una
contextualización, una interpretación. Pero no siempre es factible. Con el final de la ventana estival-otoñal a la vuelta de la esquina, se imponen la ley del silencio, cuando la cosa marcha, o la verborrea sin base, cuando no pasa de ser un
ofrecimiento ignorado o rechazado.
El
Betis tiene toda la pinta de superar esta inminente barrera del
5 de octubre con lo puesto. Aspira a vender a
Loren por
15 millones de euros para poder fichar un
lateral zurdo en condiciones y un
atacante versátil, amén de a ceder a
Kaptoum y Francis, aunque el de Coín está lesionado y, como
Dani Martín, tendrá que esperar como mínimo hasta enero. Eso y retener a sus principales,
Emerson incluido, pero la amenaza culé ha perdido fuerza ante la aparición de alternativas al tal
Sergiño Dest e, incluso, al redoble de esfuerzos por el neerlandés de origen estadounidense del
Ajax.
Con el 'pichichi' de la última campaña ocurre algo
difícil de resumir en pocas líneas.
Pellegrini, que no miente cuando afirmó que no le sobra nadie, apenas le conoce. Tiene buenas
referencias sobre él, si bien el
coronavirus impidió que pudiera testarle en
pretemporada. A
Borja Iglesias y Sanabria, sí. Y le convencen. Confía en que puedan darle lo que quiere para su referencia en la 20/21: no solamente
goles, sino juego
de espaldas, descuelgues que saquen de sitio y de quicio a los centrales, generación de
segundas jugadas y mucho más.
Loren no es, estrictamente hablando, el delantero más
prescindible para los técnicos, pero sí el que puede generar más réditos en estos momentos. La inversión para reclutarlo en su día del Marbella fue mínima, por lo que todo serían
plusvalías. Y el míster, consciente de que la realidad económica es la que es (para el Betis y para la mayoría, al menos en España, es inviable
comprar sin vender antes), está dispuesto al sacrificio en unas determinadas
condiciones. El costasoleño sólo se iría por una cantidad más cercana a los 20 millones que a los
12 ya rechazados de un club de la Premier. Y parece haber alguna propuesta
interesante. Le falta ritmo, es cierto, aunque la otra razón también existe.
Pellegrini tiene la promesa de que se
reinvertirá gran parte de lo que se recaude para contratar a un lateral zurdo para competir con Álex Moreno (
Aarón Martín, Miranda y un 'tapado' que no ha trascendido son las preferencias) y a un atacante polivalente.
Borja Mayoral y De Tomás están sobre la mesa y gustan, claro, porque su calidad es incuestionable, pero la preferencia es otra. De ponerse a tiro a tiempo, en la planta noble del Benito Villamarín intentarán reclutar a un delantero con caída a las bandas y posibilidad de ejercer en la media punta. Algo distinto a los que se quedarían, el 'Panda' y Tonny, que al chileno le gustan por darle lo que pide este curso a sus
referencias.
Esta semana, en Vitoria surgió el rumor de
Lucas Pérez. A sus
32 años, todavía tiene mucho que dar, como demuestra su despertar en un
Alavés que, con las espaldas cubiertas con
Joselu y Deyverson, estaría dispuesto a soltarlo por una cantidad razonable para reforzar sus costados y su medular. El gallego ejercería sin problemas en el extremo izquierdo del
1-4-2-3-1 que dibuja Pellegrini en la 20/21, aunque ESTADIO Deportivo ha podido conocer que, a día de hoy, no es una prioridad para Antonio
Cordón. Una
cesión con opción de compra, aun asumiendo una ficha alta, o una apuesta por un delantero con
movilidad cuyo fin de contrato este próximo son los
movimientos previstos.