Tanto béticos como sevillista no olvidarán aquella eliminatoria de octavos de final de la Europa League de 2014 que acabo decidiéndose en una fatídica tanda de penaltis. Unos por la frustración de caer eliminados y otros por la alegría de eliminar al eterno rival y seguir vivos en la competición pero, sobre todo, el que no la olvidará será el protagonista de aquella tanda.
El canterano verdiblanco Nono fallaba el último y decisivo penalti, el portero sevillista Beto rozaba el balón con la yema de sus dedos y desviaba el balón para dar el pase al equipo de Nervión ante la mirada incrédula de la grada del Benito Villamarín.
Pues ayer, casi seis años y medios después de su fallo en la tanda de penaltis, en otro escenario y con otro escudo, Nono volvió a revivir su peor pesadilla. El KUPS de Finlandia y el Slovan Bratislava de Eslovaquia, equipo al que pertenece Nono, acabaron en empate a uno los 120 minutos de su eliminatoria y tenían que decidir el vencedor en la tanda de penaltis.
Con 4-3 en la tanda, el exbético Nono se disponía a lanzar el quinto y último penalti para poner el empate y llegar a la muerte súbita pero el centrocampista, que esta vez cambió la dirección del balón, pero el portero finlandés, como Beto, acertaba la dirección y desviaba el balón como aquel 20 de marzo de 2014 para alegría y celebración del KUPS, que pasa a la tercer ronda de clasificación de la Europa League.
Fernando Ruiz2 min lectura