La llegada de
Víctor Ruiz no hizo sino confirmar que, en este mercado, el Betis estaba abocado a dejar salir para poder financiar cualquier fichaje. Y no es porque el central catalán no tenga un gran nivel, ni porque
Claudio Bravo no sea mejor que algunos de los porteros con los que competía y por los que había que pagar traspaso, o que
Montoya no eleve el nivel del equipo. Todos ellos son, como dijo
Antonio Cordón en su presentación, grandes jugadores, con un gran currículum y por los que el Betis ha tenido que competir en desigualdad de condiciones con otros para poder llevárselos.
La realidad es esa. Era a lo máximo que podía aspirar en la situación en la que vive. Y las palabras del agente del deseado
Lucas Martínez Quarta no han hecho sino confimarlo.
"Clubes como el Betis, que era uno de los interesados, nos dijo que hasta que no vendiera no podía pensar en llevárselo -a Martínez Quarta- por el
'Fair Play Financiero", aseguraba
Gustavo Goñi a 'Radio Continental'.
La realidad es que, al no colocar a ningún jugador, mantener las altas fichas de William, Fekir, Canales... y estar por segundo año consecutivo fuera de Europa, el Betis tiene prácticamente ocupado su límite salarial y las piezas que le faltan, si sigue sin salir nadie, tendrán que venir en las mismas condiciones.
El jugador, joven y con proyección, estaba y está por la labor de recalar en el Betis, pero River Plate pide traspaso y partía en la negociación de 15 millones de euros, algo impensable a día de hoy para las arcas béticas. Aún logrando las
pretensiones iniciales de quedarse con la mitad del pase, como en el caso de Pezzella.
Ahora,
el Celta también ha entrado en la puja y, aunque sin las limitaciones del Betis, tampoco tiene mucho margen para llegar a donde quiere River Plate. en este sentido, Goñi pidió a los clubes interesados que miren sus cuentas antes de flitrar un interés. "Creo que antes de opinar si es mucho o poco dinero se deben pensar en cómo está la economía del club o cómo está el mercado", indicó.