La secretaría técnica del Betis lleva muchos meses
monitorizando, previamente al desembarco de Antonio
Cordón y sus colaboradores, a dos de los futbolistas más descollantes de la
generación del 99, cada uno en su nivel. Hubo
seguimiento, algún
sondeo e, incluso, un paso más, aunque, finalmente, la realidad ha terminado alejando a ambos de Heliópolis, un destino que, por otra parte, podría convenirles deportivamente hablando, aunque quizás no tanto económicamente. Pese a la crisis económica heredada de esta terrible emergencia sanitaria, todavía hay clubes con el suficiente
poder adquisitivo como para afrontar operaciones de gran calado.
El notable rendimiento de
Darwin Núñez (21) en el Almería disparó su
cotización. Los rojiblancos pagaron a
Peñarol cuatro millones de euros el pasado verano por un delantero que, tras disputar 20 encuentros oficiales, pasaba a costar 750.000 euros más. De llegar a los 40, la entidad del Poniente deberá desembolsar otros tantos, aunque se ha ahorrado medio kilo extra al no haber ascendido a Primera. Precisamente este hecho provocará que el dueño,
Turki Al-Sheikh, se vea obligado a hacer caja, por muy multimillonario que sea. Dieciséis goles y tres asistencias propiciaron que los indálicos se descolgaran pidiendo
12 millones para empezar a hablar, si bien la
excelente relación con el Betis (prueba de ello han sido las cesiones de
Kaptoum y Francis)
dejaba a los verdiblancos en una posición privilegiada.
Sea como fuere, la subasta por el artillero se ha elevado hasta cifras desorbitadas. De hecho, el
Benfica piensa en Darwin Núñez como alternativa a
Cavani, después de que no cuadraran las cuentas al club luso a la hora de firmar a su compatriota, que queda libre del
PSG pero, entre prima de fichaje y sueldo, supone un desembolso de
dos dígitos. Con 40 millones de cláusula de rescisión, el de Artigas se convertirá seguramente en la venta más cara en la historia de la Segunda división española, pues la nómina de pretendientes no para de crecer (
Valencia, Betis, Roma, Nápoles, Milan, Southampton, Benfica, Wolfsburgo...) y varios de ellos están dispuestos a llegar a los
20 kilos.
Algo similar ocurre con el pivote
Florentino Morris (21),
en la agenda de los dos equipos sevillanos desde que comenzara a aparecer en el primer equipo del Benfica. Incluso, los heliopolitanos
llegaron a avanzar en las negociaciones con las 'Águilas' para que se produjera una cesión con opción de compra y beneficios compartidos en el futuro en caso de otro traspaso. Pero el centrocampista lisboeta ha evolucionado tanto que los
competidores verdiblancos ya son legión, la mayoría más pudientes. El
Milan llego a tenerlo casi atado, pero no llegó a los
30 millones que pide el dueño de sus derechos hasta
2024.
Tampoco el
Fulham, que presentó recientemente una propuesta formal de cesión remunerada (
1,5 kilos) con opción de compra cifrada en
25. De momento, ha sido rechazada. Con todo, son números muy alejados de las posibilidades de un Betis que sí supo detectar el talento a tiempo, pero al que le faltó músculo financiero en su momento.