No es, a priori, una de las
posiciones en las que el
Betis esté buscando recambios, ya que las
prioridades están en la
portería, en los dos
laterales, en el
eje de la zaga y en los
extremos, sin olvidar a un
medio creativo que supla la marcha de
Aleñá. Con todo, no dejan de salir nombres de pivotes o mediocentros defensivos relacionados con el conjunto verdiblanco, acaso por la posible salida de
William Carvalho y la más que segura de
Javi García, que aún no están ni mucho menos finiquitadas. Eso sí,
Pellegrini tendría las espaldas cubiertas con
Guido Rodríguez, Guardado y Edgar, pero no cabe duda de que, de marcharse el internacional portugués y el ex madridista, no vendría mal un refuerzo en la sala de máquinas para la
contención.
El último en saltar a la palestra es
Erick Pulgar (26), chileno como el nuevo entrenador heliopolitano, una cercanía que ya ha permitido que aparezcan en la órbita bética otros
compatriotas, como el lateral diestro Mauricio
Isla o el cancerbero Claudio
Bravo. En este caso, la prensa del país andino va más allá, refiriendo una presunta oferta por parte de los hispalenses que, en la actual tesitura, resulta complicado de asimilar. No en vano, el periódico 'La Tercera' habla de una propuesta formal a la
Fiorentina de
10 millones de dólares (
8,5 de euros al cambio), mientras que los toscanos, que abonaron ese montante, pero en la moneda imperante en el Viejo Continente, el pasado verano por el centrocampista al Bolonia, exigen
16 (
13,6 de euros).
El de Antofagasta ha sido
fijo en las filas 'violas', disputando en su primera temporada con esa camiseta
41 partidos oficiales, en los que anotó
siete goles, todos ellos de penalti, y repartió
ocho asistencias. Especialista a balón parado, la envergadura de Pulgar (
1,87) le permite actuar coyunturalmente como
central, además de ejercer de mediocentro o interior cuando la situación lo requiere por su versatilidad y calidad. Internacional absoluto con Chile, sería su tercera experiencia en el fútbol europeo, primera fuera de Italia.