El
Betis hay que vivirlo desde dentro para conocer de verdad su enorme dimensión y esa peculiaridad que le hace pasar
del todo a la nada, con cierto afán autodestructivo, y con la misma pasión renacer de sus cenizas de un pletórico impulso. Es un club en el que todo se magnifica y en el que hay que aprender a convivir con esa
delgada línea que separa el éxtasis de la desilusión. Manejar este
tobogán de emociones será clave para que el proyecto de
Manuel Pellegrini consiga triunfar.
ESTADIO Deportivo se ha puesto en contacto con
Javier Matilla, quien conoce a la perfección las peculiaridades que hacen del Betis uno de los clubes más grandes de España, porque
lo ha vivido en sus propias carnes como jugador verdiblanco entre 2011 y 2016, y que también
sabe de primera mano las capacidades del entrenador chileno, quien
le hizo debutar en el fútbol profesional con la camiseta del Villarreal y al que considera
el técnico "perfecto" para el historicamente inestable cuadro heliopolitano.
Matilla
debutó con él en 2009 en un Almería-Villarreal -después de despuntar en el filial groguet con el también exbético Juan Carlos Garrido- y
no puede tener una mejor concepción de Pellegrini. "Era muy joven y estaba en muy buen momento. El Villarreal siempre cuida a su cantera. Pellegrini
siempre llamaba a muchos chavales a entrenar con el primer equipo, que estaba jugando muy bien, y un día me convocó. Fue ya en Almería cuando me preguntó:
'¿Mati, estás preparado?'. '¡Pues claro!', le respondí. Y me enteré en el hotel de que iba a salir de titular. Se me caían hasta las lágrimas y corriendo me puse a llamar a todos mis seres queridos para contárselo.
Fue una ilusión enorme", rememora.
"Siempre le estaré agradecido a Pellegrini, que demostró que es un entrenador que confía y cuenta con la cantera. Me puso de titular y me hizo debutar en un equipo con grandísimos jugadores, sobre todo en mi posición, donde estaban
Senna, Bruno Soriano, Cazorla, Borja Valero... jugadores de un nivel brutal. Hay que tener esa
valentía, ese poder y ese carácter
para poner a un chaval antes que a esos grandes nombres", añade el de Quero en su charla con esta redacción.
"Todos sabemos la experiencia que tiene Pellegrini, que ha estado en equipos muy grandes en España y en la Premier. Eso le va a ayudar mucho en un club que los hemos estado allí conocemos bien, con mucho vaivén, tanto positivo como negativo. Eso
lo va a saber llevar bien, porque es una
persona súper tranquila,
muy cercana al jugador y al club, nunca ha tenido un problema en ningún equipo y,
allá por donde ha ido, ha dado ejemplo de educación y de saber estar", destaca del que fue su mentor.
"
En el vestuario y en los entrenamientos es muy cercano, trata de llevar su método y
jugar bien. Todos recordamos a aquel Villarreal, que practicó muy buen fútbol. Le gusta que su equipo sea
protagonista con el balón, que maneje los tiempos y eso es lo que
va a intentar transmitir a los jugadores del Betis, que tiene una
gran plantilla. Si los jugadores se adaptan rápido a su filosofía, creo que
están en muy buenas manos", continúa, antes de explicar por qué tiene muy claro que "Pellegrini es lo que el Betis necesitaba".
"Sabemos que en el Betis, con esa afición que sujeta al club y lo hace tan grande, hay
mucha presión.
Cualquier victoria se celebra más que en ningún otro sitio y
la derrota, por lógica y equilibrio, pues
se sufre también más que en la mayoría de clubes. Hay que saber entender eso, con su parte buena y su parte mala. Al que le gusta la presión, en un sitio como el Betis es donde más se puede disfrutar del fútbol; pero si las cosas van mal, puedes sufrir mucho. Pellegrini es un señor con mucha experiencia, que
ha estado en 'muchos fregados' y va a saber llevar eso. El club
necesitaba una persona así. El fichaje de Pellegrini es
un triunfo para los dos", asevera con rotundidad.
"Dos años disfrutando del fútbol después de pasarlo mal"
Matilla ha dejado atrás la pesadilla de las lesiones de rodilla,
se ha reencontrado con su mejor versión, ésa que llamó la atención de Pellegrini hace ahora once años, y está más asentado que nunca en el
Aris de Salónica, club con el que
acaba de renovar hasta 2022 y con el que volverá a disputar la
Europa League en el curso venidero. Más asentado que nunca, el centrocampista toledano es “feliz” y se siente valorado por la entidad y por una afición que le ha
apodado 'el Mago' por su exquisitez en las acciones a balón parado.
"
En el tema deportivo todo es felicidad. Siempre tienes algo de miedo cuando cambias de país y más yo, que era la primera vez que salía de España; pero me he acoplado genial a la vida allí y al club.
Llevo dos años disfrutando del fútbol después de pasarlo mal con las lesiones y el club me ha ayudado en todo momento. Han hecho un esfuerzo en la renovación de mi contrato (seguirá dos años más) y
me siento muy valorado. Aquí soy importante y querido", relata con satisfacción un Matilla que no se plantea cambiar de aires de momento: "Cuando algo va bien, por qué cambiar.
Todo va rodado y cruzo los dedos para que siga así".
Ahora está disfrutando de unos días
"recargando las pilas" en España, en compañía de su familia "tras pasar muchas pruebas para estar seguros". Descansa después de una temporada muy larga, marcada por el coronavirus y "con más miedo por lo que pasaba aquí" que por su propia salud -ya que en Grecia la situación estaba "algo más controlada"-, y justo
antes de comenzar ya la 2020/2021, casi sin descanso entre una y otra campaña.
"
A partir del lunes comenzamos con las pruebas médicas, los controles y, cuando todo esté O.K. empezaremos ya a entrenar. Hemos tenido
menos vacaciones que nunca y vamos a empezar las
competiciones más tarde de lo normal. A ver si nos podemos deshacer cuanto antes del
dichoso virus y volvemos pronto a la normalidad. Esto nos ha atropellado a todos", manifiesta Matilla.