No ha tenido la
continuidad deseada en la temporada donde Alfonso
Pedraza pretendía consolidar su salto y afianzamiento en un club en crecimiento que, además, le permitiera estar más cerca de casa. Hace nueve años que dejó el
Séneca para marcharse a los escalafones inferiores de un
Villarreal donde, por unas razones o por otras, no terminó de cuajar. O de tener
confianza. Y eso que sus cesiones al
Lugo, el Leeds United y el Alavés, amén de ratificar su condición de internacional sub 19 y sub 21 con España (con un título de campeón de Europa en cada categoría), le dieron bagaje y le sirvieron para pasar de ser un extremo a un
carrilero, mucho más completo y con más futuro.
Su desembarco el pasado verano en
Heliópolis, antes de que se cerrara la contratación de
Álex Moreno, palió la venta al Barcelona de
Junior Firpo, amén de constituir una fuerte apuesta por ambas partes. La opción de compra, cifrada en
10 millones de euros (más cuatro en variables), redondeaba una quincena a la que se acercaba su cotización en las webs especializadas. Además, el Betis pagó 500.000 euros por el préstamo, cifra que se duplicaría según determinados parámetros de
rendimiento particular y colectivo. Una nueva señal de que tanto los amarillos como los verdiblancos le valoraban mucho.
Pero las
lesiones (una, principalmente, con una recaída por forzar la reaparición) le han jugado una mala pasada. La crisis heredada de la
COVID-19 ha hecho el resto, hasta tal punto de que tanto Pedraza como sus asesores saben ya que no se ejecutará la opción de compra en las condiciones pactadas. Encima, Álex Moreno le ganó la titularidad durante gran parte de la campaña, amén de la otra que se perdió por sus problemas físicos, por lo que el de San Sebastián de los Ballesteros se planteaba el regreso tras el parón como una última oportunidad de convencer a su actual equipo de la
conveniencia de quedárselo.
El hándicap añadido de empezar algo más tarde que sus compañeros, al detectársele anticuerpos propios de haber pasado la enfermedad del coronavirus de Wuhan, no ha mermado las intenciones del carrilero zurdo, que, a sus 24 años, sabe que no tiene futuro en Villarreal, pese a contar con contrato en vigor allí hasta 2021. La ausencia de oportunidades y alguna declaración inoportuna le valieron la enemistad de la grada del Estadio de La Cerámica, que cargó contra él de manera muy dura en el choque de la primera vuelta.
Ahora, el cambio de entrenador y de sistema le han beneficiado. Alexis empezó contando con Pedraza ante el
Espanyol, marcándose el cordobés un
notable encuentro. Con las espaldas cubiertas con Feddal, desarboló continuamente al 'perico'
Pipa, que se cargó con una tarjeta muy pronto y fue incapaz de frenar sus continuas penetraciones hasta la cocina. Apenas le faltó algo más de precisión a Alfonso, que mandó una gran cantidad de centros al área y se fajó igualmente en defensa, demostrando que desea aferrarse con fuerza a esta
última bala.
El futuro de Álex Moreno, por el que se esperan ofertas este verano del extranjero, puede ser determinante para saber si el Betis
apuesta por Pedraza, que debe ganárselo también de aquí al final de la 19/20. La idea pasaría por una renegociación a la baja de la opción de compra.
Desde Portugal y Alemania se anuncia el interés de otros clubes por el carrilero zurdo andaluz, que, llegado el caso, daría prioridad a los heliopolitanos por diferentes razones. Restaría legar a otro
acuerdo satisfactorio con el Villarreal, condicionado a si los castellonenses se meten o no en competiciones europeas igualmente. Muchas dudas que el protagonista
va a tratar de disipar con su fútbol.