El presidente del Betis,
Ángel Haro, y el hasta hace unos días coordinador del área de fútbol de la entidad verdiblanca,
Alexis Trujillo, han comparecido este martes en rueda de prensa telemática para presentar al canario como entrenador
"para las ocho jornadas que restan" para el final de LaLiga. De momento, sólo eso. El futuro pasa por
una nueva contratación y el cometido del cuerpo técnico interino pasa por salvar la papelete y terminar la temporada lo mejor posible. Alexis se ha presentado realizando una
sincera autocrítica, mostrando respeto por Rubi, repartiendo la culpa entre todo y, a diferencia de su predecesor,
sin llegar a pronunciar ni una sola vez la palabra Europa.
"Cuando llegamos de Bilbao, después de jugar en San Mamés, tuvimos una reunión del consejo por la delicada situación del consejo y tomamos la decisión de destituir al cuerpo técnico de Rubi. Cuando pasa algo así, cuando se toma una
decisión tan difícil y tan triste es porque el club ve que no funciona como se esperaba.
La cuerda se suele romper por el lado más débil, pero quiero dejar claro que
no sólo es culpa de Rubi, sabemos la culpa de lo que está decidiendo es de todos los que componemos la estructura deportiva del Betis", ha explicado en rueda de prensa el nuevo entrenador interino, que sólo se centra en estos ocho partidos.
"Acepté el reto de hacerme cargo del equipo hasta el final de la temporada con Juan Merino, Marcos Álvarez y Toni Doblas. Preferí tener un
cuerpo técnico de la casa, porque el
conocimiento de la plantilla y del club es mucho más alto. En principio sólo hemos hablado de estas ocho jornadas y de quedar en el puesto más alto posible", ha manifestado en un discurso de presentación en la que, a diferencia de Rubi, no ha pronunciado la palabra Europa: "Vamos a intentar conseguir
el mayor número de puntos posible, para
alejarnos del descenso y acabar en el
mejor puesto posible"
"
Estamos en un puesto en la tabla muy inferior al que pensábamos cuando confeccionamos una plantilla que entendíamos que iba a ser mucho más dificil de batir, que iba a ser mucho
más competitiva y estar en otros objetivos. A partir de ahí, se tomó esa decisión", ha agregado, antes de opinar que es un hecho que el entrenador no ha sabido "sacar partido a los mimbres que hay" y de volver a insistir en que "todos en el Betis" deben tener claro que
no han estado "a la altura". Ni los directivos, ni el entrenador saliente ni por supuesto los jugadores, a los que les ha pedido un análisis sincero.
"Los jugadores son humanos y cuando hay un cese del entrenador, les duele.
Les he pedido que todos hagan su análisis de conciencia de lo que lo han hecho y de lo que creen que pueden hacer, pensar
si creen que han dado el máximo. Están muy concienciados de que esta situación es muy desagradable y de que todos somos culpables", ha remarcado, antes de señalar que el nuevo cuerpo técnico ha visto "a un equipo que se ha levantado muy pronto después de una decisión muy dura" y de expresar que está "
encantado con la actitud y con la predisposición de los jugadores".
"En 15 años en diferentes etapas no he visto un crecimiento en el Betis como el de ahora, pero es verdad que nos falta mucho en lo deportivo, tenemos que estar en la posición que merece el club, los béticos y que nos corresponde por el potencial que creemos que tiene esta plantilla", ha espetado, al tiempo que
dijo no fiarse de la crisis del Espanyol, que el jueves llegará al Benito Villamarín como colista, en un partido en el que espera
empezar a corregir "muchas cosas", pero
sobre todo la debilidad defensiva: "Un equipo que encaja el número de goles que nosotros hemos encajado en los últimos años es un
hándicap muy grande para ganar partidos. Estamos
haciendo mucho hincapié en evitar errores tontos y en reducir el número de goles encajados".