Como antesala a cada cambio de fase, el Betis se sometió este miércoles a los
preceptivos PCR, prueba obligatoria para avanzar en la desescalada particular diseñada por
LaLiga y la Federación en el camino hacia el regreso de la competición.
Jugadores, cuerpo técnico y empleados que acompañan a la plantilla estos días pasaron por la enfermería para someterse a los controles a los que obliga LaLiga. No será hasta finales de semana cuando el Betis conozca los resultados de estos exámenes, y,
si los resultados son negativos, el conjunto heliopolitano tendrá el OK para pasar a la siguiente y última fase, en la que los equipos ya podrán recuperar la total normalidad y ejercitarse de forma colectiva y no por grupos, como venían haciéndolo en estas dos últimas semanas.
Una vez superado este trámite, Rubi podrá dirigir a todos sus jugadores a la vez y de una vez por todas empezar a preparar el choque con el que se retomará la competición,
El Gran Derbi ante el Sevilla en el Ramón Sánchez-Pizjuán, previsto por Tebas, aunque sin confirmación oficial todavía, para el
11 de junio.
Podrá contar el técnico con casi toda su plantilla, toda vez que
Joel Robles ya trabaja junto a sus compaeros después de incorporarse un par de semanas más tardes por haber dado positivo por coronavirus, aunque el meta ha superado la enfermedad de forma asintomática.
El que aún seguirá al margen será
Juanmi. El delantero de Coín
permanece ejercitándose en solitario a la espera de superar una prueba que determinará si está en disposición de empezar a trabajar con sus compañeros.
El ex de la Real Sociedad ve ya la luz al final de túnel, aunque no hay fecha exacta para su vuelta. Han sido más de ocho meses parado por culpa de una fascitis plantal, que le obligó a pasar por el quirófano en diciembre. Complicaciones durante la recuperación le han
obligado a trabajar sin plazos y buscando soluciones alternativas con las que poner fin al calvario en el que se ha convertido la temporada para él.
Tras un análisis de la pisada, el jugador ha ordenado que se le
diseñen unas zapatillas especiales que eviten nuevas recaídas y mejoren sus condiciones para poder volver al grupo cuanto antes. La intención de Rubi es poder contar con él en el último tramo de la temporada como alternativa para el ataque, aunque saben que, en el caso del delantero,
la cautela debe primar a la hora de tomar decisiones.Con Juanmi o sin él, el Betis tendrá dos semanas para preparar la que será la primera de las once finales que le esperan en su lucha por una de las plazas europeas, objetivo que mantienen vivo en el vestuario a pesar de lo difícil que será recortar los nueve puntos que en estos momentos separan a los verdiblancos de la séptima plaza.