Tiene todavía 28 años. Un chaval para esto del fútbol. Sin embargo,
conoce ya cuatro Ligas diferentes y una docena de equipos. Ahora, tras unos meses en la
Ekstraklasa, acaba de rescindir el contrato que le unía desde diciembre pasado y hasta 2021 con el
Legia para probar nuevas aventuras.
Salvador Agra atiende la llamada de
ESTADIO Deportivo aún en Varsovia, a la espera de recibir la conformidad de su ya ex club y de las autoridades polacas para poder viajar a su tierra, Portugal, desde donde llegó a Heliópolis hace casi ocho años, tras descollar en el Varzim y el Olhanense. "Llegué muy joven (20), aunque el idioma era parecido y me adapté bien. Empecé jugando mucho, pero, de repente, fui al banquillo y conte casa vez menos. Lo asumo y lo asumí como parte del fútbol. Había que seguir trabajando y busqué un equipo donde tener minutos. Apareció el Siena y me fui a Italia. No se si fue la mejor decisión, si bien necesitaba jugar", rememora el extremo, que comenzó la conversación interesándose por el entrevistador y su familia. La suya está bien.
"Aquí en
Polonia se ha actuado bien.
Han sido duros desde que surgió la alerta por la pandemia de la Covid-19, con restricciones máximas para que el daño a las personas fuera el mínimo. Tienen muy vivo aún
el recuerdo de la II Guerra Mundial y la gente es muy responsable y cuidadosa. Cerraron todo, por lo que ahora podemos respirar más tranquilos. Tranquilos, pero no del todo. Hay ya negocios abiertos y se puede salir a hacer deporte, aunque siempre con mascarilla. Yo salgo a la calle a entrenarme, pero trato de ir a un bosque para que haya aire puro y no demasiada gente", asevera un Agra que todavía tiene una parte de su corazoncito de color verdiblanco: "
Lo que siento cuando pienso en el Betis es amor por el club y por la afición, que siempre me trató con cariño. La gente allí me quiere, como me demuestran hoy también al escribirme por las redes sociales. Viví momentos increíbles en ese gran club. Quise haberle dado mucho más, pero por diferentes circunstancias no pude. Hice grandes amigos y vuelvo a Sevilla cada vez que tengo ocasión".
Después, vinieron etapas más o menos breves en
Coimbra, Braga, Nacional de Madeira, Benfica, Desportivo Aves, Granada, Cádiz y, la última, en el
Legia, donde nunca se olvidó de Heliópolis. "Hablo a menudo con Nélson. En un Cádiz-Las Palmas estuve un rato con
Rubén Castro. Jugué con
Álex Martínez y me enfrenté con
Vadillo. También charlaba mucho con
Amaya. Siempre con el Betis en la boca", añade con una sonrisa el extremo, que no se ha olvidado de su paso por la Avenida de La Palmera: "Lo he seguido por las redes, por internet, por televisión... Cuando salí, ya estaban planeando la remodelación de la ciudad deportiva. Ha quedado fantástica. Y el estadio, también. Muy bonito. Siempre ha sido un gran club, conocido por todo el mundo, pero es cierto que ha crecido todavía más y logrado que grandes jugadores vayan a jugar allí, como mi compatriota
William Carvalho, que es un fenomenal futbolista, o
Lo Celso, Fekir... En Europa, la temporada pasada, lo hizo bien; no tuvo suerte, como en Copa, que se quedó a las puertas de la final. Este año, la Liga no está acabada. Hay posibilidades todavía de ir a Europa. Es un equipo que lucha hasta el final, que lo da todo, sin perder las ganas".
Al militar en el Legia, era obligado preguntar a Salvador Agra por
Michal Karbownik (19), de actualidad por el interés del Betis directa e indirectamente (vía copropiedad con el Barça, como Emerson), como una decena de clubes de toda Europa. El de Vila do Conde no tuvo reparos en describir al "niño", como le llama con cariño, y en opinar sobre su posible llegada al club verdiblanco. "Cuando llegué, todavía pertenecía al filial, aunque se entrenaba cada día con nosotros y ya veíamos el potencial que tenía. Es un jugador muy rápido, no exento de calidad y que siempre lo da todo, sin dar un balón por perdido. Está jugando de puta madre en la izquierda, pero es diestro y puede actuar ahí y por el centro.
Ha tenido una gran progresión, pero también el Legia ha tenido paciencia con él. Despuntó con 15-16 años, aunque fue paso a paso y dio el salto cuando realmente lo vieron preparado", dice el extremo luso, que entiende el interés que ha despertado: "
Creo que el niño está listo para la presión que tendría en LaLiga o la Premier. La gente tiene una idea equivocada de la Ekstraklasa, porque aquí van al fútbol cada fin de semana 20.000-25.000 personas. Los campos son muy modernos desde que acogieron la Eurocopa y
la Liga es fuerte, competitiva. El Betis es un gran club, pero el Legia también. Es un país de 40 millones de personas que adoran el fútbol".
Agra avisa de que "Karbownik estaba en la quinielas para ir a la Euro 2020 con la absoluta de Polonia; ahora, en 2021, tendrá muchas opciones si sigue así", aunque entiende que "necesitaría un proceso de adaptación", porque "sólo habla polaco y algo de inglés", pero "ahí tienes que hablar español" para acoplarte bien. "Yo no tuve problemas, porque el idioma es similar al portugués", recuerda el atacante, que reitera que "con el niño habrá que tener paciencia, pues, tarde o temprano, va a demostrar que tiene recursos para triunfar" donde sea. "Sinceramente,
Michal es muy bueno. Está preparado para ser tan joven. Quizás no para un Madrid o un Barcelona, pero, con tiempo, lo estará. Conozco bien LaLiga y le recomendaría que tuviera los pies en la tierra, que no quiera dar dos pasos de golpe, sino de uno en uno. Puede llegar lejos si le dan tiempo y le ponen interés. Aunque rinde muy bien en la izquierda, s
u sitio para mí es el lateral derecho. Sería una buena apuesta de presente y de futuro para el Betis, sin duda", sentencia Agra, a quien Karbownik , "salvando las distancias", le recuerda "a Philipp Lahm o a Carvajal; es ese tipo de lateral completo y versátil".
Y no es el único futurible bético al que Agra recomienda, pues no puede evitar decantarse por su amigo
Rui Silva (26), también en la agenda verdiblanca para la próxima temporada para competir con
Joel, pues se buscará una cesión para Dani Martín. "Es mi amigo. Jugamos juntos en el Nacional y el Granada. Y es un monstruo. Que lo fichen ya o se irá a otro club y triunfará, con lo que el Betis se arrepentirá", sentencia su paisano -también lo es de José Sá, meta de Olympiacos, con el que jugó "algún derbi de Madeira, pues él estaba en el Marítimo; es otro gran guardameta, sin duda"-, que se deshace en elogios hacia el de Maia: "
Si el Betis se lo lleva, lo hará no bien, sino muy bien. Es grande, zurdo, va genial con los pies.
Un fenómeno. Ahí están sus números. Es de locos. Nunca jugué con un portero así. El Granada lo hizo genial captándolo; el Nacional tuvo paciencia y en Los Cármenes le dieron confianza. Es un portero muy completo, habla bien ya español y está en su mejor momento de madurez".
Sin traicionar su amistad, Agra admite que "el Betis tiene posibilidades" si apuesta de verdad, porque "debe ser consciente de antemano que se trata de un arquero muy bueno, con experiencia ya en España", pero es "la mejor opción de todos los que han sonado" para fichar por los verdiblancos. "Le hablo maravillas de la ciudad y del club", zanja el extremo, el mejor embajador posible para un Rui Silva que
se debate entre renovar con el Granada, volver a su país (donde suena para el Oporto) o continuar en España, con la escuadra heliopolitana entre sus pretendientes. Por lo que deja entrever su colega Salvador, una vía que vería con buenos ojos. Tiempo al tiempo, porque la Covid-19 ha dibujado un verano raro e imprevisible.