Si hay un jugador de la plantilla del Betis que tenía ganas de volver a la acción ese es
Edgar González. El canterano, que había logrado asentarse en el primer equipo y que e
ntraba de forma recurrente en las alineaciones de Rubi antes del parón, ha vivido con preocupación estas últimas semanas, pero ahora empieza a ver la luz al final del túnel.
"Teníamos ganas de volver a la normalidad.
Todos tenemos nuestra realidad y para todos ha sido duro parar. Yo personalmente, estaba teniendo minutos, estaba contento con el rendimiento y tener que parar era duro. Te pierde el ansia de seguir jugando. Para mí era un sueño estar en Primera división, era algo por lo que llevaba luchando mucho tiempo, pero esto
me ha servido para reflexionar un poco y valorar todo lo que he conseguido y cargar las pilas para volver con más ganas", reconocía el canterano en
Radio Marca Sevilla, donde señalaba que ha crecido mucho en los últimos meses. "Soy muy exigente, cuando salen las cosas bien, me alegró, pero cuando no, como en Eibar, me enfado conmigo mismo mucho.
Nuestra forma de juego conlleva esos riesgos, pero nadie quiere hacer un penalti, nadie quiere que llegue un gol por un error tuyo, pero siempre hay errores, acabo de llegar, tengo que mejorar muchas cosas y en ello estoy. Con los minutos voy cogiendo experiencia y mejorando estos erorres que puedo tener".
En ese proceso de crecimiento,
Edgar ha tenido que adaptarse también a una nueva posición, una prueba que ha pasado con nota. "
Nunca había jugado de pivote, requiere un esfuerzo distinto al que estoy acostumbrado a hacer como central. Hay un desgaste físico muy grande. Hay que sumar la tensión, el ritmo de Primara, que es muy diferente al de Tercera. Eso me afectó en los primeros partidos. Pero me he ido acontumbrando a este ritmo. El cambio físico lo he notado cuando he perdido la tensión de los primeros días. Espero aprovechar estos once partidos para ello".
Para el catalán,
el Betis tiene una plantilla amplia, con la que no debería tener problema para encargar el exigente calendario que se les avecina cuando se reanude la competición. "Creo que no nos tenemos que poner un límite, va a ser una situación distinta, venimos de un parón muy largo, son 11 partidos muy seguidos, tenemos una plantilla amplia y eso es importante. Tenemos que centrarnos en preparar cada partido y al final de la liga veremos donde nos ha llevado.
Nuestra ilusión es estar en Europa, nadie ha rebajado esa ilusión, Llevamos dos meses entrenando en casa para volver de la mejor forma posible. Ese debe ser nuestro objetivo", indicaba el reconvertido pivote, que cree que una concentración podría afectar psicológicamente a los jugadores. "Es una decisión que deben estudiar los responsables. Lo que sabemos es que el dispositivo para la primera fase es muy amplio y nos reduce mucho el riesgo.
Pensar en una concentración durante un mes es complicado para el jugador porque puede afectar mentalmente al deportista. Yo sólo espero que la situación mejore, y no sólo para que vuelva la Liga sino para que salgamos de esta situación, eso será buena señal".
Edgar, que tiene a toda su familia en Barcelona, reconoce que el temor a un posible contagio que pudiera afectar también a su entorno más cercano no existe y asegura que él asume el "riesgo" que supone la vuelta a los entrenamientos, pero entiende a quien lo tiene. "Desde el primer día estoy deseando volver a entrenar y volver a sentirme futbolista", añadía, insistiendo en que el regreso no será fácil. "N
o es lo mismo entrenar en casa que en la ciudad deportiva. Eso afecta, tener que hacer una concentración -si la hubiera-, también afecta, jugar cada tres días... por eso creo que es importante que las plantillas sean muy amplias".
Para ello, Rubi ha citado a varios jugadores del filial con los que contará en el tramo final de la temporada,
una apuesta que valora el de Sant Juan Despí. "Es bonito que un club cuente con la cantera. Es gracias al club y al entrenador que confía en jugadores jóvenes. En el club se están haciendo muy bien las cosas en cuanto a la formación de jugadores jóvenes. Estoy muy orgulloso de ser uno de ellos".
Por último, Édgar admitió estar
"deseando" renovar con el Betis. El club emprendió conversaciones con el jugador antes del parón para ampliar y adecuar su contrato a su nueva situción, algo que quedó paralizado por la pandemia. Sin embargo, la intención de todas las partes es llegar a un acuerdo, algo que el central espera ansioso. "Lo he dicho otras veces, desde que he llegado a este club me he sentido muy bien acogido. Conocía el club desde fuera, pero cuando lo vives desde dentro te cambia la percepción. Saber que tu acción va a repercutir en tanta gente, es muy fuerte.
Estoy deseando poder renovar. Sé que ha habido contactos, pero prefiero centrarme en lo deportivo. Y dejarlo en manos de mi agente".