Los deportistas profesionales, entre ellos los futbolistas, podrán entrenarse de forma individualizada a partir de este lunes, una medida recogida en la
Fase 0 de preparación hacia la desescalada, un largo camino hacia la "nueva normalidad" de la que tanto habla el presidente del Gobierno y el resto de las autoridades.
Permitida la práctica de deporte para este colectivo, el
Consejo Superior de Deporte ha elaborado un protocolo por el que se deben regir todos los profesiones y los clubes antes de poner en marcha la competición, un listado de recomendaciones que tendrá cuatro fases y en el que ya trabajan en el Betis.
Sin embargo,
los verdiblancos no comenzarán este mismo lunes. Los jugadores permanecerán en sus domicilios trabajando los primeros días de la semana, a la espera de ser citados para los exámenes médicos que se producirán, según informan desde el club, a mediados de semana.
Está por ver si los jugadores se someterán a los test. Hace unos días, el responsable médico del club, el doctor Rafael Muela, asegurba que el club no había comprado estas pruebas de detección del virus, entre otros motivos porque no estaban obligados. "No dejamos de ser una empresa y de momento de lo que se habla es de reconocimientos médicos, aunque quiero creer que los test se terminarán haciendo. Por otro lado, para los que llevamos confinados cuarenta y tantos días qué mayor test hay que el de no tener la enfermedad. Podemos haberla tenido siendo asintomáticos, pero si eso es así, se ha pasado. En este tiempo habría bajado mucho la posibilidad de tener la enfermedad y de contagiarla".
Por lo tanto, el Betis arrancará entre el martes y el miércoles con las
pruebas médicas a la que están obligados, unos exámenes que podrían alargarse hasta finales de semana y que son
similares a los que se realizan en pretemporada, con análisis de sangre incluidos.
Entre tanto, el club también someterá a las instalaciones de la Avenida de Italia a
una profunda desinfección, labores que se repetirán a diario para garantizar la seguridad de los jugadores. El primer equipo trabajará en todos los campos de la Ciudad Deportiva y dispondrán de los vesturios que venían utilizando los equipos de cantera, el filial y las féminas hasta el momento.
Una vez concluida e
sta primera fase, que debe tener una duración mínima de una semana, el Betis podría entrar en
la segunda fase, denominada como entrenamientos medio. Aquí se recomienda que se recurra a las concentraciones, algo que el club lleva estudiando varias semanas. Sin embargo, aún no está decidido porque obligaría a los jugadores a someterse a un nuevo encierro que podría durar hasta dos semanas, fase 2 y 3. En esta segunda semana de entrenamientos, ya estarían permitidos el trabajo táctico no exhaustivo, es decir, sin contacto, respetando las distancias de seguridad y con grupos muy reducidos.
Ya en la fase tres, que
podría comenzar a finales de la tercera semana de mayo, la concentración estaría altamente recomendada y los entrenamientos podría realizarse en grupos de hasta 14 jugadores. A lo largo de estos días, los servicios médicos del club tendrán que volver a realizar exhaustivos controles médicos.
Si en estos momentos todo está en orden, y las autoridades sanitarias dan luz verde al inicio de la competición, el Betis tendría una semana más antes del primer encuentro de la temporada, por lo que ya se iría a
la primera-segunda semana de junio. Esta previsión es sobre el papel, pero está condicionada a la evolución de la pandemia en las próximas semanas. Lo único que parece confirmado es que, de momento, el club va a comenzar con los exámenes a partir de medidas de la semana que entra.