Entienden en la planta noble del Benito Villamarín que
el mango de la sartén les pertenece en el 'affaire Fekir', esa especie de culebrón que ha empezado a desatarse y propagarse durante la cuarentena general por el coronavirus en toda Europa.
Real Madrid, Atlético de Madrid, Milan y Arsenal aparecen en los titulares de medio mundo como posibles destinos del atacante franco-argelino, si bien al Betis no ha llegado
ninguna propuesta en firme.
Sí al entorno del ex del Lyon, como avanzó este periódico, pero cayeron en saco roto.
Y es que Nabil ha confesado a todo el que pregunta que
no tiene intención de dejar Sevilla por el momento. Asentado en el club y en la ciudad, donde
se siente querido y valorado, hasta el punto de elegirlos contra pronóstico el verano pasado, el '8' ha demostrado que se piensa mucho los pasos que da en su carrera.
De hecho, el verdiblanco en
su segundo equipo por el momento. Encima, ve la no clasificación para Europa no como un hándicap, sino como una responsabilidad compartida, por lo que
valora la campaña aún por finalizar como un pequeño fracaso personal del que interaría resarcirse.
Hasta tres ofertas habría rechazado Fekir, económicamente superiores a sus emolumentos aquí (
unos 3,5 millones de euros netos por cada una de las cuatro campañas que firmó). Por los indicios emitidos,
no forzaría una salida, lo que, unido a la seguridad existente en la Avenida de La Palmera de poder mantener su ficha y otras igualmente elevadas,
llena de tranquilidad el panorama bético.
En este tesitura, la subasta que parece haberse desatado en torno a la figura del campeón mundial no incomoda un ápice en tierras heliopolitanas. Tampoco despista, a sabiendas de que las líneas rojas están trazadas: con
90 millones de euros de cláusula de rescisión, sólo se atenderían llamadas que se aproximaran a estos guarismos,
nunca por menos de la mitad.
Superando su valor de mercado estimado (
unos 40 kilos, según la web especializada
Transfermarkt) y doblando lo desembolsado. Porque Fekir ha aterrizado a cambio de
un fijo de 19,75 millones de euros, pagaderos en tres plazos durante los dos primeros años, más 10 en variables, dos terceras partes de difícil cumplimiento. Encima,
un 20% de cualquier plusvalía iría a las arcas del Olympique Lyonnais y
otro 10%, a los bolsillos del jugador.
El 'Fair Play Financiero' juega a favor de obra también, por lo que difícilmente se llevarán a Nabil por unas cifras mareantes. El Milan sólo ha hecho dos fichajes por 40 o más (Bonucci y Rui Costa) en una década; el Arsenal sí lleva un lustro soltándose la melena; y, en la capital de España, se piensan mucho movimientos tan cuantiosos.