Suma la friolera de
11 tantos y cuatro asistencias y es el
máximo goleador del líder de Segunda división, el
Cádiz CF, a pesar de ser un mediocentro. La temporada de Álex Fernández está siendo de matrícula de honor y el madrileño está
llamando poderosamente la atención de muchos equipos de Primera. De tantos, que alguno ha intentado adelantarse a la competencia y hacerse con sus servicios en el pasado mercado invernal. Es el caso del
Real Betis, que se encontró con una respuesta del jugador, según ha reconocido él mismo.
"Viendo la temporada que estábamos haciendo y lo bien que iban las cosas, lo cerca que nos sentíamos de Primera,
no tenía mucho sentido cambiar de aires. Me hubiese sentido muy mal,
como si dejara tirado al Cádiz. Al final, cuando vine aquí dije que quería dar lo mejor de mí y
siempre he dicho que tengo que jugar en Primera con el Cádiz. Hubiese sido una faena muy fea para la afición y para el club marcharme en enero", ha señalado Álex sobre
los motivos que le llevaron a rechazar la oferta del Betis, que admite qu
e insistió y mostró un fuerte interés para tratar de convencerle.
El
hermano del madridista Nacho asegura que sueña con jugar en LaLiga, pero explica que el parón le ha pillado
"en el mejor momento" de su carrera y no quería arriesgarse a estropearlo llegando a un club nuevo en mitad de la temporada y teniendo que adaptarse en tiempo récord para ser importante: "
He encontrado mi sitio,
mi equipo, mi ciudad. Al final me siento muy identificado con los valores del Cádiz desde el primer momento. Y el cariño de la gente, que es mutuo, hace que todo sea más sencillo. Y futbolísticamente me está saliendo todo, así que
ojalá que siga así mucho años".
Álvaro Cervera, entrenador del conjunto amarillo, es otro de los argumentos que esgrime para justificar su negativa a vestir de verdiblanco. "Al míster
hay que saber entenderle porque es muy buen entrenador, para mí
el mejor que he tenido y el que mejor ha sabido sacar mis cualidades", detalla el centrocampista, cuya decisión motivó que el Betis acelerase otras gestiones que tenía muy avanzadas desde hacía meses como eran la cesión del barcelonist
a Carles Aleñá y el fichaje del pivote
Guido Rodríguez, ex del América de México.
No obstante, ya con el catalán y el argentino en Heliópolis, trabajando a las órdenes de Rubi, hubo un último intento en las postrimerías de la ventana invernal de transferencias, tal y como admitió a principios del mes pasado el propio Álex Fernández en
Canal Sur Radio, preguntado por las noticias que apuntaban a que el Betis planeaba pagar su cláusula si completaba una venta en el tramo final del marcado (Tello, Sidnei o Feddal sonaban como candidatos): "Siempre he estado centrado en el Cádiz, pero sí es verdad que hubo varios equipos.
Llamaron a mi agente, pero la última palabra la tengo yo. Si algún día me muevo lo haré de la mano del club y no por la espalda ni haciendo cosas extrañas".
Con todo, pese a su arraigo en la 'Tacita de Plata' y a tener contrato en vigor hasta 2022, su libertad sigue siendo relativamente asequible. Su cláusula es de sólo ocho millones y en las oficinas del Benito Villamarín guardan buenos informes del madrileño casi desde la cuna, pues ya se interesaron por su cesión cuando dejó el Real Madrid por el Espanyol y cuando el club perico le cedió al Rijeka croata y el Reading inglés, antes de pasar por el Elche y de llegar en 2017 al Cádiz, donde ha explotado definitivamente.