Los jugadores del
Betis están cumpliendo a rajatabla las recomendaciones de los médicos y los preparadores físicos para esta cuarentena. No hay más que darse una vuelta por las redes sociales para comprobar cómo se están ejercitando en sus domicilios todos los jugadores, que no dudan en compartir sus rutinas cada día, otra forma más de motivarse durante el
confinamiento.
Una de las principales preocupaciones del técnico,
Joan Francesc Ferrer 'Rubi', cuando se decretó el Estado de Alarma y se decidió la cancelación de los entrenamientos grupales era que sus jugadores no perdieran la forma física. Para ello, con la colaboración de los profesiones de su cuerpo técnico, envió a cada jugador un plan específico, del cual tienen que dar cumplida cuenta cada día, para que el técnico pueda evaluar la evolución de sus jugadores durante este
tiempo sin trabajo reglamentario.A cada jugador, en función de sus características y condiciones, se les diseñó una rutina diferente. Así, por ejemplo, no se les puede mandar los mismos ejercicios a Joel que a
William Carvalho. Tampoco están trabajando de la misma forma los jugadores que antes del parón venían arrastrando molestias o estaban en la última fase de su recuperación. Tal es el caso de
Juanmi, Lainez y Guardado. Los dos primeros estaban en proceso de readaptación tras sus respectivas dolecias, mientras que el centrocampista mexicano llegaba a la cuarentena
tras sufrir un esguince en el encuentro ante el Real Madrid.
Guardado no pudo ejercitarse con sus compañeros la semana previa a decretarse el encierro, e incluso tuvo que ayudarse de unas muletas durante unos días para poder caminar. Sin embargo, a tenor de las imágenes que ha compartido su mujer, Sandra de la Vega en su perfil de Instagram,
Guardado parece haber avanzado de forma significativa en su recuperación.
En las 'historias' compartidas por su esposa, se puede ver al azteca trabajando de forma intensa acompañado de uno de sus hijos, una prueba de que el tobillo del '18' bético
está en camino de recuperarse totalmente.
Si algo positivo tiene este confinamiento, al margen de sus importantísimos efectos para frenar la expansión del coronavirus, es
la oportunidad que le da a los jugadores lesionados de ganar tiempo y tratar de ponerse en la mejor forma posible de cara a la vuelta de la competición.