El balón parado da vida a Rubi y al Betis

El balón parado da vida a Rubi y al Betis
El balón parado da vida al Betis. - A.Sáez
Alejandro SáezAlejandro Sáez 5 min lectura
La irregular temporada que viene fraguando el Betis de Rubi, habiendo sido apeado de la Copa del Rey prácticamente a las primeras de cambio y habiendo estado fuera de los puestos con derecho a Europa a lo largo de todo el campeonato (la novena posición ha sido su posición más elevada hasta la fecha), han centrado las miradas de todos los béticos en la figura del técnico catalán, al entender en la planta noble del Benito Villamarín que el de Vilasar de Mar no ha sabido sacarle todo el provecho posible a la plantilla de la que dispone.

De ahí que las cartas ya estuvieran sobre la mesa semanas atrás, justo antes de que la crisis sanitaria originada por el coronavirus paralizara LaLiga y, en cierta manera, diera aire a un Rubi que el fin de semana anterior había ganado algo de oxígeno, imponiéndose en el Benito Villamarín al Real Madrid. Su continuidad estaba prácticamente asegurada hasta final de temporada, siempre que su Betis siguiera compitiendo ante los rivales; un ‘duro’ que Rubi debía haberse vuelto a ganar el pasado domingo, durante el Gran Derbi frente al Sevilla FC que, finalmente, ha quedado aplazado por el actual estado de alarma en el que vive el país.

Por hache o por be, Rubi ha acabado imponiéndose a los ‘match ball’ que se le han presentado a lo largo de la temporada, y en ello ha tenido mucho que ver, también, el balón parado y la estrategia. De hecho, el Real Betis de la 19/20 es el tercer equipo de LaLiga que ha conseguido sumar hasta el momento más goles a balón parado; un total de siete, tras Getafe (ocho) y Barcelona, con nueve. Unos tantos que han reportado al Betis siete puntos, consiguiendo sumar un empate en algunos casos o dándole finalmente una victoria cuando todo indicaba que el marcador iba a acabar en tablas.

Pero no sólo han sido tantos clave para el devenir del Betis en LaLiga, sino también para su entrenador, Rubi, quien en más de una ocasión se ha encontrado este curso con el balón parado como tabla de salvación, justo cuando la soga más apretaba al cuello.

Por ejemplo, en la octava jornada de LaLiga, cuando Loren Morón, rematando a gol una falta botada por Bartra, sumaba la igualada a uno ante el Eibar. Sería Fekir, en la 11, quien dio la victoria al Betis en el último minuto, firmando el 2-1 ante el Celta tras una falta que prolongó un compañero y recibió el internacional galo en la frontal del área. El abrazo con el que éste se fundió luego con Rubi ejemplificaría a la perfección la delicada situación por la que atravesaba el técnico catalán en aquellos momentos, rondando sobre Heliópolis la sombra de un Quique Setién que aún no se había comprometido con el Barça.

Justo lo mismo que, posteriormente, en la jornada 14, ocurriría con el gol de Canales en el tiempo añadido ante el Valencia; una falta directa que daría el triunfo al Betis por 2-1. Bartra, tras un córner en corto prologando por Feddal, hizo el 2-2 ante el Espanyol (J.17), mientras que el brasileño Emerson fue el autor del empate dos jornadas después, en la 19, con motivo de una falta que prolongó Fekir.

Menos incidencia tendría el gol de Borja Iglesias, tras un córner botado por Canales, que sirvió para abrir el marcador ante la Real Sociedad (J. 20) en un partido en el que los béticos acabaron imponiéndose por 3-0 y en el que Joaquín casi roza la genialidad, intentado un gol olímpico desde el córner. Ante el Eibar, en la 22, fue Fekir, también en un córner botado por Canales, quien abriría el marcador para el Betis, aunque luego el conjunto armero consiguió el empate, de penalti, por parte de Orellana.

Los córners, clave


Un balón parado en el que también han jugado un papel protagónico los lanzamientos de córner, habiendo llegado cuatro de estos siete goles hasta la fecha bajo dicha fórmula. De hecho, los de Rubi son el segundo equipo de Primera con más goles tras saque de esquina, sólo superado por el Getafe, con seis dianas.