No debutó hasta la tercera
jornada, pues su fichaje, por obra y gracia del simpar Raúl
Martín Presa, se demoró hasta bien entrada la segunda quincena de agosto. De hecho, el permiso del Rayo para que viajara a
Sevilla a completar el
reconocimiento médico y firmar hasta 2024 por el Betis no llegó hasta la noche del 20 de agosto pasado.
Sin embargo, nada más estrenarse y coger el ritmo,
Álex Moreno ha sido indiscutible para Rubi, hasta el punto de que sólo lo reservó en la primera eliminatoria copera ante el Antoniano -jugó Francis a pierna cambiada-. En la jornada 15, unos
problemas musculares le llevaron al banquillo, pero paren ustedes de contar, pues la lesión de
Pedraza, que se prolongó más de la cuenta, dejó el carril zurdo sin competencia, favoreciendo la continuidad del catalán pero reduciendo a la nada sus periodos de descanso. Esto último, unido al infortunio contra Atlético de Madrid o Getafe, ha ido menoscabando un rendimiento que empezó siendo notable y que, en cualquier caso, no ha pasado desapercibido ni dentro ni fuera de
España.
Como se avanzaba en estas
páginas, dentro del análisis de los laterales, convertidos en prioridad para la
secretaría técnica el próximo verano, los técnicos verdiblancos tienen alguna
duda sobre si ejercer la opción de compra de Pedraza (10 millones, más otros cuatro en variables), pero ninguna sobre la continuidad de Álex, que ha convencido a todos por su profundidad, pundonor y capacidad de
sacrificio.
Lo anterior, en cambio, no es óbice para que el zurdo sea objeto de deseo por parte de otros clubes, especialmente de la Premier, sin olvidar a la
Budesliga. De hecho, ya tenía propuestas de
Inglaterra y
Alemania antes de decantarse por el
Betis, que abonó 7,5 millones de euros, conviniendo otro en variables (la mitad, ligados al rendimiento del jugador, y la otra, al futuro deportivo del
Rayo) a su homólogo vallecano, que se reserva un 20% del pase, reclamando, llegado el caso de un futuro traspaso, ese porcentaje, aunque solamente de la plusvalía que generara la operación.
Según ha podido conocer este periódico, por ahora es ir demasiado lejos, aunque en la planta noble del
Benito Villamarín admiten ya 'sotto voce' que son unos cuantos los intermediarios y ojeadores que, en nombre de entidades del Viejo Continente, se han acreditado en los últimos meses para seguir en directo la evolución de futbolistas como Canales, Loren o el propio
Álex Moreno. Incluso, varios clubes habrían dado el siguiente paso, preguntando por las condiciones de una futura gestión, deslizando, incluso una presunta oferta de dos dígitos que desmienten a ED, pero que no descartan que se produzca en breve, dado el exhaustivo seguimiento al que están sometiendo al carrilero nacido en Sant Sadurní de Noya.
Con cuatro años y medio de contrato por delante, así como una cláusula de rescisión de
40 millones de euros, en la Avenida de La Palmera están tranquilos al respecto, pues Haro y sus colaboradores tienen la sartén por el mango. Con una
tasación de 7 kilos por parte de webs especializadas como 'Transfermakt', difícilmente nadie llegue a ese listón que anularía la capacidad bética de reacción. Por ello, el plan es esperar acontecimientos, con las espaldas cubiertas por si acaso con Pedraza y, quién sabe, puede que con Junior, pero, como siempre, los rectores verdiblancos no regalarán a nadie, aunque siempre estarían dispuestos a sentarse a negociar si la operación supone una plusvalía muy importante.
A día de hoy, como ha podido confirmar este periódico, un equipo de la
Premier y otro de la Bundesliga han manifestado su interés serio por hacerse el próximo verano con Álex Moreno, que vería multiplicados varias veces sus ingresos, y llenando las arcas del Betis con más del doble de lo desembolsado hace siete meses. De momento, se trata de gestiones embrionarias, aunque lo suficientemente llamativas como para activar las alarmas en la planta noble del Benito Villamarín.
Desde el entorno del
lateral se transmite sólo tranquilidad. Sus asesores conocen que gusta a varios equipos, recalcando que ya era así desde hace dos ventanas de transferencias, pero que no manejan ninguna oferta, que, de existir, habrá de dirigirse a un Betis donde Álex se siente muy a gusto, querido e integrado. El
verano, a este paso, promete ser movido para el catalán.