No parece el mejor momento para visitar
Mestalla. Cercado por la amenaza del
coronavirus, que se propaga por la Comunidad Valenciana, y con un anfitrión tan exigido por los últimos resultados como intratable en casa (invicto tras trece partidos ligueros), el conjunto de
Celades es lo más parecido a
un rival directo por Europa en el horizonte bético. Hay demasiada distancia a falta de trece jornadas como para soñar con un esprint final con premio, pero
Rubi,
que sabe de lo que habla por haberlo firmado ya con el Espanyol, no pierde la ilusión, por mucha sombra de destitución que sobrevuele ambos banquillos.
El 'maresmenc' exige a los suyos luchar hasta el final, en principio para romper esta racha de cinco jornadas sin victoria y, a renglón seguido, para enganchar una secuencia positiva que acerque el objetivo sobre la bocina. Y, al que no esté dispuesto a meter la pierna o a correr un poco más rápido, le esperan el banquillo o la grada. Porque, si el anfitrión anhelaba la recuperación de hombres básicos como
Cillessen,
Florenzi,
Gayà o
Gabriel Paulista (no así Rodrigo) para realizar cambios, el técnico visitante avisó de que va a "agitar el árbol" en busca del rendimiento que no encuentra en algunos, por lo que debe haber una mini revolución en la alineación bética.
Todo lo que no sea ganar esta tarde acabaría, si no matemáticamente, sí a efectos prácticos con toda ambición verdiblanca, resignándose ya a permanecer, en el mejor de los casos, en la zona de exclusión de
Primera. Como ese agujero negro en que se convertirán, en otro sentido, los pasillos y estancias del otrora
Luis Casanova por miedo a que el
COVID-19 campe a sus anchas y, de paso, se venga de visita a
Sevilla, donde ya lo padecen algunas personas por desgracia.
Rubi, que no descartaba, incluso, renovar por más de los tres años que tiene firmados, trabajará para cambiar la imagen de su equipo y la opinión de la mayoría de
aficionados y
directivos. Para ello, precisa de una reacción inmediata, que, llegado el caso, habría de tener continuidad ante el
Real Madrid y en el
derbi para ganar peso. Entre las variaciones que medita, una obligada:
Bartra cumple ciclo de amonestaciones.
Sidnei y
Edgar pujan por su plaza, con menos opciones para un
Feddal que podría cambiar de acera la semana próxima.
Barragán,
Guido,
Borja o
Aleñá aspiran a entrar también.