No está siendo una temporada sencilla para
Borja Iglesias. Después de un largo verano de tiras y aflojas entre Betis y Espanyol, el delantero gallego aterrizó en Heliópolis a cambio de
28 millones de euros como una de las mayores inversiones de la historia verdiblanca.
Sin embargo, sus números dejan mucho que desear, pues
sólo ha sido capaz de anotar tres goles y dar dos asistencias en 25 encuentros, entre LaLiga y la Copa del Rey. En cuanto a minutos, ha necesitado más de cinco partidos completos para hacer un tanto (479'). Y a todo ello, además, puede unir ahora una sanción que le podría apartar de los planes de Rubi
entre dos y cuatro partidos.A la espera de que el Comité de Competición tome una decisión, ese es el castigo al que podría enfrentarse el compostelano tras su expulsión este pasado domingo en Butarque, donde vio
la primera roja directa de su carrera ya en el minuto 92', al intentar sacar rápido de banda y empujar a un componente del cuerpo técnico del Leganés, que se desequilibró y se dio con el banquillo, en su afán por quitarle el balón.
El acta redactada por
Estrada Fernández no ha sido muy dañina, pues no habla de agresión y sólo describe que expulsó a Borja po
r "empujar a un miembro del banquillo adicional del equipo adversario, antes de efectuar un saque de banda".
Sin embargo, en el artículo 123 del reglamento de la Real Federación Española de Fútbol, sobre 'Violencia en el juego', se apunta que si una acción violenta
"se produjera al margen del juego o estando el juego detenido, se sancionará con suspensión de dos a tres partidos", mientras que las agresiones, llegado el caso, se castigan con entre cuatro y doce encuentros, según el artículo 98.
A la espera, por tanto, del dictamen de
Competición, lo que sí queda claro es que Rubi tendrá que devolver a la titularidad a su
'pichichi', Loren Morón, que ha visto como Borja Iglesias era titular en los tres últimos partidos de Liga.