El agravio arbitral al Betis, sin explicaciones ni fronteras

El agravio arbitral al Betis, sin explicaciones ni fronteras
Sánchez Martínez, tras la expulsión a Fekir ante el Barcelona. - Ó. M.
Óscar MurilloÓscar Murillo 3 min lectura
No tiene explicación. Definitivamente, algo raro ocurre con el Betis, pues la correlación entre su presunta agresividad en el campo y el castigo que recibe de los colegiados cobra tintes continentales. Un agravio a todas luces que se sustenta en las frías y puras estadísticas, que demuestran, precisamente, que el de Rubi es un equipo creativo, en absoluto violento, que no está siendo bien tratado por el colectivo arbitral. De hecho, con 66 amarillas y seis rojas, sólo a dos clubes italianos, Bolonia (76+4) y Genoa (67+7), puede considerárseles más duros en las cinco grandes Ligas europeas, si bien ellos sí aparecen en el 'Top 10' que más faltas hacen por encentro, liderado por el Getafe, al tiempo que los verdiblancos aparecen más bien en el ranking opuesto, el de menos infracciones por encuentro (son trigésimo novenos).

Considerando también el repóquer de campeonatos más reputados del Viejo Continente, el Betis es el segundo al que más faltas hacen (15,6 por partido, sólo superado por el Brescia), primero a domicilio (15,8). Una certeza que se acentúa teniendo en cuenta sólo la competición española de la regularidad. Aquí, en Primera división, por lo que destacan los heliopolitanos es por aspectos ligados al buen juego y la generación ofensiva. Por ejemplo, la de Rubi es la quinta escuadra en promedio de posesión (53,4%) y la cuarta en pases precisos (82,2%), apartados en los que, paradójicamente (por los malos resultados), mejora a domicilio (cuarto y tercero, respectivamente).

En agresividad, no obstante, el Betis sigue teniendo el dudoso honor de ostentar el liderato, con esas 66 cartulinas amarillas y seis expulsiones, pese a distinguirse como el conjunto al que más faltas hacen (15,6 por partido), faceta en la que es detenido irregularmente con mayor asiduidad como visitante (1º) que como local (2º), el quinto que menos realiza (12,2) y segundo que menos entradas por encuentro protagoniza (13,2). Números, en definitiva, que evidencian la anormalidad que protagonizan los verdiblancos, todavía sin una explicación razonable.