El
Betis abrochó este viernes el mercado invernal sin nuevas incorporaciones, pese a
tantear a porteros (por el discreto rendimiento ofrecido por
Dani Martín),
extremos (por las posibles salidas de
Tello y Lainez) y
delanteros (ante los ‘cantos de sirena’ desde la Ciudad Condal por
Loren y, según la Cadena Ser, por
Borja Iglesias), aunque la permanencia de todos ellos en Heliópolis, bien por decisión propia o por la ausencia de ofertas convincentes para todas las partes, dio carpetazo a un
capítulo de fichajes que, en realidad,
se cerró en la primera quincena.
Los dirigentes verdiblancos trabajaron rápido para satisfacer las
carencias detectadas por los técnicos, que se centraban en el eje de la medular, poniendo a disposición de
Rubi, primero, al mediocentro creativo
Carles Aleñá (cedido por el
Barcelona, sin opción de compra) y, antes del arranque de la segunda vuelta liguera, al pivote
Guido Rodríguez (traspasado por el
América a cambio de cuatro millones de euros, pagaderos en tres plazos, y unas variables por otros tantos).
Ismael, cedido al
Alavés hasta el 30 de junio de 2021, y
Kaptoum, a préstamo de aquí al próximo verano al
Almería (que deberá comprarlo por 3,5 kilos si asciende), dejaron sitio al catalán y el argentino, al tiempo que
Camarasa únicamente cambió el
Crystal Palace por el
Alavés hasta el próximo 30 de junio. Las disonancias en una
plantilla prácticamente redonda quedaban en el lateral derecho, la demarcación del ‘5’ y los extremos, por lo que se intentó hasta última hora
‘colocar’ a Francis y Javi García, con los que no cuenta en absoluto el entrenador.
El de Coín sí cerró su pase al Almería en unas condiciones idénticas a las de
Kaptoum (cesión con opción de compra por unos 2,5 millones de euros, que se torna en obligación si los indálicos suben a Primera), pero
el muleño prefirió seguir, desechando los ofrecimientos recibidos, en su mayoría del extranjero. Aunque sí está entrando más en los planes de
Rubi, el
Betis tampoco se habría opuesto a la marcha de Tello, que habría liberado una ficha alta y generado una interesante plusvalía, si bien, ante la lesión de larga duración de
Juanmi, quizás lo habría reinvertido en otro extremo, asumiendo el ‘overbooking’ por fuera de un grupo que se ha desatascado en el resto de líneas de manera evidente.
Posiciones dobladas para generar competencia y una ficha número 23, la de
Edgar González, que
completa con su polivalencia
los ejes de la retaguardia y la parcela ancha. Así,
Joel Robles y Dani Martín defenderán lo que resta de curso la portería, mientras que
Barragán apretará a
Emerson en el lateral derecho y
Pedraza hará lo propio con
Álex Moreno en el izquierdo. Por dentro,
Mandi y
Bartra tienen cierta ventaja sobre
Feddal y
Sidnei.
Canales y
Aleñá son las piezas más creativas de una medular en la que
Guido,
Guardado,
William Carvalho, el citado
Edgar y Javi García (con diferentes roles, claro) se encargarían de la contención y la presión.
Y es que, con el aterrizaje del internacional argentino y la promoción del catalán, tanto
el mexicano como el luso-angoleño podrán adelantar unos metros su desempeño para apretar la salida del rival y conectar con los atacantes, un paso del gusto tanto de los propios jugadores como del técnico.
Borja Iglesias y Loren Morón continuarán siendo las referencias, con
Joaquín y
Fekir como principales escoltas, ambos con plena libertad pese a partir desde las bandas, dependiendo también del dibujo utilizado (1-3-4-2-1 en fase de iniciación y 1-4-1-4-1 las últimas jornadas, sin descartar el retorno al 1-4-3-3).
Tello,
Lainez y, cuando esté recuperado,
Juanmi esperarán una oportunidad, generalmente como revulsivos por sus características. Un equipo con
argumentos de sobra para luchar por Europa, pero sin margen de error ya.