Wuhan se ha convertido en el foco de las miradas de todo el mundo. Esta ciudad china de 11 millones de habitantes es el epicentro del
coronavirus que ya ha dejado más de cien muertes y cientos de afectados. Y allí, tranquilos pero a la vez con la lógica incertidumbre de ver lo qué sucede a su alrededor, se encuentran
varios sevillanos, entrenadores de fútbol que hicieron las maletas persiguiendo un sueño que permanece muy vivo pese a la delicada situación.
Es el caso de
Antonio Sevillano, quien tras una década trabajando en la cantera del Real Betis con excelentes resultados y formación de jóvenes promesas, se enroló el pasado octubre en el nuevo proyecto deportivo del
Wuhan Three Towns F.C como entrenador de área de formación, b
ajo la dirección deportiva de Pedro Morilla y de la mano de Nama Sport.Desde China, conversa con ESTADIO Deportivo para explicar como ha ido evolucionando esta alarma sanitaria que mantiene a la ciudad en la que viven cerrada al exterior y tranquilizar a todos sus allegados. "Desde el día 22 de enero nos encontramos en periodo de vacaciones, sin desarrollar nuestra actividad profesional, y es el 24 cuando comienzan las medias de seguridad más estrictas y no se puede entrar ni salir de la ciudad. Nosotros estamos bien de salud, sin ninguna afección ni síntomas del virus, pero sí
con la preocupación de no saber cuánto va a durar este periodo de cuarentena e inactividad en la ciudad, viviendo esto con intranquilidad", explica, puntualizando que son ocho los técnicos que se han quedado en Wuhan, uno de ellos con su familia, de los 22 que forman parte del equipo, pues varios de ellos, aprovechando las vacaciones, salieron antes con la idea de hacer algo de turismo.
"Las medidas que se han tomado creo que son las protocolarias aquí en estas circunstancias. Desde un principio no se permitió la entrada y salida de la ciudad para no expandir el virus y aquí dentro, pues si se sale,
porque se puede salir pero lo menos posible, hay que hacerlo con nuestra mascarilla y atender la higiene y la desinfección de manos cuando hayamos estado en el exterior, además de usar poco los vehículos, tanto coches como motos o bicicletas, para limitar un poco la movilidad de las personas", asegura Sevillano, que vive junto a sus compañeros en un gran zona residencial privada, con zonas ajardinadas por las que
salen a hacer algo de ejercicio, pasando el resto del día en casa, viendo fútbol, películas o series para matar el tiempo. "Hemos salido a la calle para lo necesario, ir a comprar al supermercado, comida, agua y poco más", añade.
"
Nuestra máxima inquietud es saber si esto se va a prologar más en el tiempo y, si es así, pues poder volver a España, esperar a que aquí todo vuelva a la calma y poder volver a medio-corto plazo para seguir desarrollando nuestra actividad profesional. Nuestra empresa desde el primer momento está en contacto con la embajada, la cual se está moviendo con el gobierno chino para poder buscar una solución a nuestra salida, que creemos que es la más adecuada, buscando nuestra seguridad", explica este joven técnico hispalense, que
entre mañana y pasado podría ya abandonar Wuhan según las últimas noticias que le llegan.Será un
paréntesis en su aventura, pero sólo eso. Sobradamente preparado y con muchas ganas de seguir dando pasos en el mundo del fútbol, Antonio Sevillano espera estar de nuevo con los suyos en unos días, pero muy pendiente de Wuhan para poder seguir desarrollando este
interesante proyecto deportivo, premiado hace menos de un mes por la federación china como mejor club de cantera.