El
Real Betis se mueve en varios frentes en este mercado de enero. Una vez cerrada la incorporación de
Aleñá, el próximo en caer debe ser el deseado
Guido Rodríguez, pero también se esperan novedades en las salidas (a la cesión de
Kaptoum al Almería sólo le falta la oficialidad) y se está muy pendiente de
la situación de los diferentes cedidos.De un lado, se confía en que el Tottenham haga uso de la rebaja que posee en este mes para ejercitar la
opción de compra por Lo Celso, valorada en 32 millones, mientras que otros como
Camarasa, Sanabria o Aitor Ruibal podrían cambiar de aires en busca de los minutos que no tienen en sus actuales equipos, con el fin de revalorizarse.
Diferente es la situación de
Juanjo Narváez, con contrato en vigor con la entidad verdiblñanca hasta 2021. Tras dos préstamos en los que no consiguió romper, en las filas de Córdoba y Almería, el colombiano, a sus 24 años, ha encontrado
en Las Palmas, de la mano de Pepe Mel, la confianza necesaria para exhibir el fútbol que le llevó a convencer a Setién en la primera campaña del cántabro en el banquillo de Heliópolis.
Al ex del Real Madrid le costó hacerse con un sitio en el conjunto insular, pero en los últimos nueve encuentros de Liga ha sido titular (ha jugado 15 en total) y
ha anotado cinco tantos, erigiéndose en un jugador determinante en el despegue de los amarillos.
Un gran momento que se ha visto cortado, sin embargo, por una acción fortuita.
La pasada jornada, Narváez recibió una
dura entrada de Chico Flores ante el Fuenlabrada y sufre una fractura de órbita y de los huesos propios de la nariz, que le obligará a pasar por el quirófano este sábado y le mantendrá
de cuatro a seis semanas de baja.Sin duda,
un frenazo en la progresión de un jugador que al fin había encontrado un sitio donde sentirse cómodo y brillar. En el Betis, como con el resto de los cedidos, no le quitan ojo.