Con el permiso de Nabil Fekir,
Álex Moreno se ha destapado como el mejor fichaje del
Betis en el pasado mercado estival. Su fichaje se eternizó por la intransigencia del Rayo Vallecano y eso que hizo que se incorporase a la disciplina verdiblanca con LaLiga ya en marcha.
Pero tras unas semanas de aclimatación, y después de haber tenido minutos en los dos partidos precedentes, el catalán se hizo con la titularidad ante el Levante en la jornada sexta, en detrimento de Pedraza, otro de los refuerzos de este curso, y desde entonces sólo ha faltado dos veces en el once de
Rubi, contra el Granada, cuando salió como suplente, y frente al Mallorca por lesión.
En total, 14 encuentros en los que ha ofrecido un gran rendimiento en líneas generales, destacando por su gran despliegue físico y su vocación ofensiva, repartiendo además
cuatro asistencias. La primera llegó ante el Valencia, en el momentáneo empate a uno firmado por Joaquín, acelerando en este apartado en las tres últimas jornadas, con tres pases de gol ante Athletic, también a Joaquín, Espanyol, en esa ocasión a Borja Iglesias, y Atlético de Madrid, al habilitar a Bartra.
Con estos datos,
Álex Moreno duplica ya las asistencias que dio en toda la campaña pasada en el Rayo, y casi alcanza la mitad de las nueve que firmó en sus cinco temporadas en el club de Vallecas. No cabe duda, por tanto, del gran acierto de la dirección deportiva bética, que invirtió 7 millones de euros en su fichaje más otro kilo en variables, reservándose su ex equipo un pequeño porcentaje de una hipotética plusvalía de su traspaso, y le firmó un contrato por cinco temporadas.
Su despiste defensivo en el último encuentro ante el Atlético, que propició el 0-1 de Correa, no emborrona el gran curso que de momento está firmando el ex canterano del
Barcelona. A sus 26 años, su rendimiento va claramente en línea ascendente y en el Betis se felicitan por haber atado a un jugador futurible incluso de la selección.