Joan Francesc Ferrer, Rubi, técnico del Betis, ha repasado
sus primeros meses al frente del conjunto de Heliópolis, unos
meses de altibajos y en el que ha estado
en la picota por los malos resultados, pero de los que ha logrado salir vivo gracias a los
últimos resultados. "Estoy contento porque el equipo está saliendo de una situación difícil", ha comenzado diciendo el míster bético en el programa 'Todo al verde' de
Betis TV.
Ya con la calma y la distancia de varios días tras el último partido de Liga en
Mallorca, Rubi hizo balance de los últimos resultados: "Al final lo más importante es ganar, lo intentamos a través de una idea, a veces sale mejor o peor, pero el partido quieres ganarlo, estamos contentos porque el equipo está creciendo a nivel individual y colectivo, con los pies en el suelo pero siendo optimistas".
La
regularidad en los resultados ha tardado en llegar, y es que para Rubi, desde la
pretemporada todo fue más lento de lo que había imaginado: "No hemos hecho una pretemporada en la que viéramos que dabamos pasos adelante importantes, ha sido atípica, casi de equipo supergrande con viajes y demás. Los jugadores que se incorporan más tarde, no ha sido fácil, pero dentro de esas adversidades veías que el equipo no terminaba de coger lo que quería, luego entras en la Liga con situaciones de expulsiones tempranas... pues ha costado muchísimo, pero forma parte de esto, conseguir que una idea, con los matices del entrenador, que el objetivo del rendimiento salga... Nos ha costado un tercio de Liga pero ha sido por muchas circunstancias como he dicho".
Así,
Rubi llega a la siguiente conclusión tras lo vivido estos meses en el Betis: "Somos perfeccionistas en el sentido que valoramos todas las situaciones del juego, y a lo mejor no se pensaba que eso no era tan importante y más centrarte en tus virtudes, decirles que hay defender fuerte a un equipo acostumbrado a manejar el balón en los últimos años quizás chocaba, pero la idea era sumar más cosas, no restar las que ya se hacían bien".
El punto de inflexión, la semana tras la derrota en Anoeta: "Fue una semana de muchas horas de dedidación en charlas colectivas e individuales donde dijimos que así no podíamos seguir. Todos hicimos autocrítica, jugadores y cuerpo técnico, y a partir de ahí valoramos para sumar en conjunto. Entre comillas, nos dejamos de tonterías y fuimos al 100%. En casa hemos peleado al máximo todos los partidos, no se le puede reprochar eso al equipo, esa fue la semana del cambio. En Granada no sacamos nada y parecía que la bola se hacía más grande, pero dentro no. A partir de ahí vino el partido del Celta, donde solo valía ganar. Hicimos un equipo con Bartra de pivote, el debut de Ismael por la circunstancias... La primera media hora no fue mala contra un buen equipo. A partir de ahí, el equipo ha empezado a dejar cosas buenas, el mejor fue el del Valencia. La confirmación creo que ya fue en Mallorca, en la primera parte se vio mucha confianza y en el vestuario sabíamos que lo íbamos a sacar, luego se complicó porque no estamos curados del todo".
Qué se habló dentro del vestuario: "Han pasado más cosas, se ha juntado un partido bueno como el del Levante, pero luego volvimos a perder. Quedarte con diez ante Valladolid y Getafe te hace pensar que lo mismo la muestra no es tan grande, dentro de que hay cosas del juego que no nos gustan y debemos mejorar, pero no podía ser un día sí y tres no. Los jugadores dieron un paso adelante, y en este sentido siempre lo digo, los responsables mayoritariamente son los jugadores, los técnicos orientamos, sabemos lo que hacemos, nos podemos equivocar, pero no somos gente que no estemos preparada, no hay técnicos malos en Primera, Segunda o Segunda B... Sí puede ser que no se adapte o encaje en un club, eso sí. Cada entrenador entrena de forma diferente, el jugador tiene que adaptarse y ver que es para bien. Hemos cambiado pequeños detalles en las últimas semanas, el equipo siempre ha entrenado bien".
Marcar primero e ir ganando fue importante: "La situación de ponerte por delante iba a ser una situación nueva, se dio ante el Mallorca, la supimos llevar un rato pero luego no, no se puede descontrolar el partido en nuestra contra. El juego estaba más o menos controlado pero el rival nos hizo dos ocasiones más o menos claras. Ahí intentamos aprovechar para marcar nosotros, con la entrada de Kaptoum y Lainez dormimos el partido para llevarnos los tres puntos".
Alguna vez tuvo dudas de su continuidad: "Yo no he dudado de mí, había que llegar a la conclusion de adónde íbamos, aunque más que adónde el cómo, siempre digo lo mismo, los entrenadores cuando más se les ve es cuando las cosas no van bien, hablamos con los jugadores, analizamos, miramos e intentamos no volver a cometer un error que ya hemos cometido. Si el vestuario no ha perdido la confianza en su entrenador, es él el que más fácil te va a sacar el partido, porque es el que conoce mejor a sus jugadores".
Cómo vivió esos días: "La palabra es ocupado y luego preocupado. Ocupado en sacar al Betis de una situación que no merece por historia, afición, nivel de la plantilla... Era una situación delicada, luego preocupado pero en un mes hago 50 años llevo unos cuantos años entrenando, por lo que he vivido unas cuantas de estas situaciones. Hay que intentar que el jugador no se deje llevar por la espiral negativa, que estén tranquilo y buscar soluciones, la realidad es que el equipo gracias al paso adelante que han dado, es que vamos a por faena".
Sintió el respaldo de la directiva: "No soy nadie para decir si quiero respaldo o no, pero cuando te avasallan tanto en las ruedas de prensa... Aquí estamos para hacer que el Betis funcione, si no funciona pasa lo que pasa en todos los sitios. Desde el día de la Real, todos, la directiva también, hemos marcado una línea, ahora era cuestión de tener un pelín de tiempo para corroborar esas medidas con resultados".
También se ha sentido arropado por la grada: "He disfrutado mucho, me he sentido bien, han estado al lado del equipo, esos 14 de 22 puntos han sido gracias a ellos. El domingo va a ser como volver a la jornada uno e intentar compensar otra vez a la afición, te vienen ganar de hacer más".
Y de los jugadores: "Somos gente normal que buscamos el bien de ellos, ellos lo saben. No se nos puede reprochar que vengamos con malas intenciones, que no queramos jugar al fútbol o ir a por los partidos. Es normal que hubiera una dificultad, cada vez que hay un cambio de entrenador no es tan fácil... o sí lo es si la anterior etapa ha sido más negativa. Nos dejamos de comparaciones con etapas anteriores porque perdemos el tiempo. Ahora estamos atravesando un buen momento con nuestra plantilla, lo que hemos pasado nos debe hacer más fuertes. Hemos demostrado que somos capaces de darle la vuelta a la situación y eso genera una seguridad, todo se ha solucionado como personas adulta de una manera correcta".
Cómo siente el Betis desde dentro: "Sin lugar a dudas, es muy bonito, a pesar de lo que hemos vivido, tiene un punto de distinción que lo marca ese sentimiento a flor de piel. La palabra es pasión, esa pasión es difícil ver en otros sitios. Eso lo tiene la afición del Betis, la gente nos espera donde vayamos. Es difícil que los que venimos de fuera, que llevamos tres meses, que nos podamos poner a vuestro nivel pero es bonito vivirlo y sentirlo así. Por eso digo que acabe como acabe nuestra historia en el Betis, eso ya me lo llevo seguro".